One Shot [Creek]

XIV. Fragmentos

▪︎ ▪︎ ▪︎ ADVERTENCIA: CONTENIDO DELICADO ▪︎ ▪︎ ▪︎

CALMA, AMOR Y SEXO: EXTRA

Este one shot es un extra de uno publicado en esta antología (calma, amor y sexo). Cada uno puede leerse de forma independiente.

Lo que se presenta a continuación hace alusión a relaciones abusivas/enfermizas, pensamientos suicidas, enfermedades mentales, manipulación, codependencia. POR FAVOR, LÉASE BAJO SU CRITERIO Y RESPONSABILIDAD.

Este OS no pretende romantizar ni normalizar las relaciones codependientes/ no sanas. Si te desagrada esta temática, ignora este OS.

Todo comentario constructivo es bien recibido.

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Tweek está atrapado en un círculo vicioso. No sabe cuál es el principio y el fin de su relación con Craig. Lo único certero es su dolor repitiéndose sin importar el orden.

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Fragmento: mi muerte se sintió como la vida que siempre soñé

No hay una luz blanca. Hay manchas borrosas, colores difusos empañados y mezclados. Es difícil distinguir el principio del fin. El verde y azul predominan, poco a poco alejándose como la naturaleza les ha configurado. El cielo es profundamente celeste, el degradado apenas percibido tras encontrarse con la luz solar. Hay pocas nubes, tan pocas para determinar que ese cielo puede ser real. Pero lo es. Por unos instantes, el cielo es esperanzador.

La brisa choca con el cuerpo de Tweek. Hay risas, murmullos, sonidos armoniosos tan humanos que el presente se siente como un recuerdo siendo enfrascado. Tweek ríe. Él realmente ríe desde las raíces de su corazón, extendiendo la melodía hasta llegar a Craig, quien es contagiado al punto de romper todas las barreras que alguna vez construyó. Tan sólo son ellos dos contra el mundo. O, mejor dicho, sólo ellos dos en el mundo.

La vida por fin se siente como una vida.

Tweek sostiene su estómago por reflejo una vez que las risas atrapan el aire. Sus ojos empañados en lágrimas apenas le permiten apreciar el verde bajo sus pies. El campo floreado determina la estación del año: primavera. Huele a primavera. Los colores vivos decoran las orillas de su visión nublada, creando una pintura que jamás olvidará. En la lejanía hay aves, riachuelos, flores abriéndose. El sonido del viento ya no lo asusta. Por primera vez, el tiempo transcurriendo no lo atemoriza: el cambio es parte de la vida. Y, en ese momento, vivir resulta gratificante.

Ama la risa de Craig. Ama las lunas que se forman en el rostro de su amado cada vez que ríe. Ama el aroma de Craig. Ama el olor del hogar, de la compañía, del lazo formado. Ama a Craig. Lo ama tanto que su corazón duele y siempre dolerá tras no hallar cómo sostener tanto amor. Lo ama más que a su propia vida, más de lo que alguna vez Tweek se llegó a amar. Por ello escuchar feliz a Craig hace, por consecuencia, feliz a Tweek.