One Shot [Creek]

XV. Fanon: el clásico romance que nunca falla

AVISO

Este one shot no se toma en serio a sí mismo. Es una especie de burla muy plana a los clichés de los que también he sido (y seré) partícipe en los fanfics e historias de romance juveniles promedio.

Así que vayan por su comida favorita y disfruten de esta pequeña cosa sinsentido que escribí <3

ADVERTENCIA: hay una que otra oración mía como escritora rompiendo la cuarta pared. A mí en lo personal me molesta mucho, pero repito, esto no tiene pies ni cabeza, no se lo tomen en serio

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Tweek es un alumno cualquiera sin ningún don especial que se enamora del fuckboy de su escuela: Craig Tucker. Sin embargo, un baile de primavera lo cambia todo.

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Es viernes por la mañana (porque toda historia debe empezar en una mañana). Tweek apaga su alarma e inmediatamente se viste: utiliza el uniforme como mejor le parece y, como es altamente femenino, porta una falda cuadriculada que le llega arriba de la rodilla. Muestra sus piernas blancas, suaves y sin ningún vello porque, reitero, es femenino (mas no una chica). Apenas pasa un cepillo en su cabellera y sus rizos quedan a la perfección. Tweek es un desastre muy hermoso. Él es hermoso, está por encima de los estándares, pero jamás lo admitirá porque su autoestima es muy baja (¿quién querría lo contrario?).

Baja a desayunar y saluda a su papá porque Hellen, su mamá, murió cuando Tweek tenía -a lo mucho- cuatro años. La extraña, pero su muerte es necesaria para la trama. Cabe resaltar que su relación con Richard, su padre, no es del todo buena. Él es un hombre violento, alcohólico, abusivo y heterosexual que menosprecia a Tweek y le obliga a trabajar en la cafetería. Tweek, pese a la horrible vida que lleva, ama a su padre porque es lo único que tiene y porque ¿qué sería de él si no está en constante sufrimiento?

Después del desayuno toma su bicicleta de color rosa pastel, decorada con florecitas y símbolos que declaren su estereotípica homosexualidad y conduce hacia la preparatoria. Al llegar, saluda a sus amigos pasivos: Butters y Pip, que, por cierto, son acosados por ser gays y bonitos. Los tres se saludan con abrazos cortos porque chocar los puños es muy heterosexual y los besos en las mejillas son para las mujeres. Caminan hacia los pasillos repletos de casilleros, atentos de todas las miradas encima ya que, repito, ellos son el grupo anormal al que todos desprecian sólo porque sí. Tweek, tímido, sumiso, ansioso y paranoico, baja la mirada mientras su rostro se enrojece y le hace ver más bonito, sabiendo que todos ahí le odian por su clara hermosura y su rebeldía al llevar falda siendo un hombre.