Barcelona

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El niño maravilla, así me llamaban en mi país, me lo creí siempre hasta el momento que apareció él, Lionel Messi, misma estatura que yo, mismo continente, mismas ganas de brillar y casi los mismos sueños, él no tiene la culpa de mis sentimientos hacia él, no era su culpa ser naturalmente encantador y con una ternura que te daban ganas de protegerlo, a mí por en cambio, daban ganas de seguirme el juego y bromear, fuera de la cancha nadie me podía tomar en serio y así me gustaba, una de las cosas que más me caracteriza es mi alegria, sin embargo, me sentía cómodo en este Barcelona, con personas como Pique, Iniesta, Xavi, Valdez, Puyol, David Villa, eran tantas estrellas rodeando a dos jóvenes que recién iban empezando y Leo por su puesto ya había tanteado el terreno antes que yo, teniendo a Ronaldinho de maestro, nos llevamos bien y no tenia drama con ninguno.











Pero llegaron esos ojos, esos ojos que trato de buscar por otros lugares y no encuentro, porque mi paisaje favorito son tus  ojos, porque ningún otro lugar del planeta tiene esa combinación, solo se encuentra en el espacio, que con  solo mirarlos me haces ir y volver para luego encontrarme con esa sonrisa, esa sonrisa que transformaría mi derrota más amargan en solo un instante de dolor qué pasaría en solo ser disuelto con esa sonrisa tuya.

Me acerqué a hablarte, pase ese obvio enamoramiento como una admiración, porque no sabía lo que era estar enamorado y menos de alguien de tú mismo sexo, de ser dos, ahora pasamos a ser tres, pensé que seriamos un buen equipo dentro del Barça y no me equivoqué, solo me equivoqué en pensar que seríamos los tres y no dos. Debí notarlo cuando de apoco te acercabas más a él que a mí.

Neymar x AlexisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora