Capítulo 24

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Mi habitación estaba en un completo silencio, mis luces estaban apagadas, solo un pequeño velador alumbraba la habitación. Todo el cuarto tenían una ambientación fúnebre.

Y allí estaba, encorvada con un gran saco gris, mi cabello bien sujeto y unos grandes pantalones, en completo silencio, llenando los últimos datos de mi solicitud para ingresar a una universidad.

Se acercaba el final de la escuela, el final del verano, el final del mes, era temporada de finales.

Había pasado ya más de una semana desde el pedido de ayuda de Jack hacia mi persona, quise ayudarlo pero nos encontramos con la grata sorpresa de seguridad en la casa de Lucas. French había dado una orden de no permitir el acceso a otras personas que no sean familiares.

Incline mi cabeza y lleve mi mirada hacia mi brazo, me quite el saco y mire mi piel, la hematoma que me había causado Lucas ya casi desaparecía.

¿Se sentirá culpable por eso? Espero que no.

En mi silla se encontraba colgada la campera de Lucas, la tome con mis manos y olí su aroma. Aún conservaba su perfume, una fragancia que me traía muchos recuerdos a la mente... muchas promesas... muchos momentos.

¿Este era mi final?

Entonces... así se sentía. Ahora era consciente de la abstinencia con la cual tenía que vivir Lucas cada vez que yo me enfadaba con él y solo quería verme.

Lo peor de todo esto era que yo era consciente que él pensaba que en este mismo momento lo odiaba, cuando nada de eso era verdad.

Me levante enfadada de mi asiento.

¿Qué debía hacer?

Caminaba de lado a lado en mi habitación.

No soportaba la idea de estar lejos de Lucas, no soportaba el saber que quizas su vida en este mismo momento era un infierno y todo era mi culpa. Yo habia sido su desequilibrio, por mi culpa el había perdido los estribos.

Lucas apenas podía controlar su bipolaridad, caminaba en una cuerda floja, un cuerda que significa su calma. Un cuerda que me encargué de cortar, de romper, de destruir.

Quería pedirle perdón, pero no sabia como.

Mi móvil yacía en mi escritorio, me acerqué a el. Lo tuve en mis manos y me surgió una idea.

¿Podria llegar a ser?

Rápidamente escribí un texto.

Yo: Hola.

Apreté enviar. Le habia enviado un mensaje a Lucas. Ahora sólo me quedaba esperar.

Me conduje a la cama, llevando conmigo mi móvil. Cerre los ojos y me caí en un profundo sueño.

(...)

Una vibracion se hacia presente en mi mejilla, me levanté de la cama, era mi móvil el que sonaba, desesperada lo tome.

Tenia un mensaje.

Melanie: Raquel ¿Porque no has ido al instituto? ¿Podría saber si me excluida, anti-sociedad de mi mejor amiga. Hablo de ti Raquel, quisiera salir con su social, barrigona y embarazada amiga?

Una leve sonrisa se elevó de mis labios.

Yo: Lo sienro Mel, pero no me siento bien para salir.

En sólo cuestión de segundos recibí su nuevo mensaje.

Melanie: ¿Estas embaraza? Mira que si lo estas podremos hacer fiesta de helado, claro si quieres.

No estas sola (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora