capítulo nueve

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capítulo nueve:
tear

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su teléfono sonaba, pero lo único que quería era dormir. ya le había explicado, una y otra vez, a mikey, que se sentía bien. sin embargo, harto de las llamadas, contestó el teléfono.

kisaki - ¿si?

kokonoi - ¿¡por qué mierda no contestas el teléfono?! mikey me llamó, quiero saber que haces y cómo estás. los dos estamos preocupados.

kisaki - estoy bien, no te preocupes.

kokonoi - no te creo. te conozco como si fueras mi hijo, ahora dime, ¿en qué estás?

kisaki suspiró, tocó su frente masajeandola para evitar no llorar.

kisaki - soy un tonto.

kokonoi - no lo eres, kisa. a todos nos ha pasado y entiendo que te sientas así. te veo enamorado y cosas como esas pueden pasar. no te desanimes por lo que acaba de pasar, eres muy lindo para ponerte triste.

kisaki guardó silencio.

kokonoi - sé que soy pésimo con las palabras de aliento, pero puedes resolver lo que sientes hablando con hanma. guardarte todo no te hará bien.

kisaki - no tiene sentido hablarlo. mikey me dijo que no puede olvidarlo.

kokonoi - bah, fue lo mismo que hina y tú, poco a poco la fuiste olvidando y...

kisaki - eso es diferente. mikey me dijo, cuando llegamos a mi casa, que tenía que entenderlo, porque draken fue quien le dio luz a su vida, ¿de qué otra forma quieres que te lo diga?

kokonoi quedó en silencio, no sabiendo que responder.

kokonoi - no pierdes nada con hablarlo, mi cielo. date un tiempo de reflexionarlo.

el de lentes agradeció su preocupación, pero no se sentía en condiciones para hablarlo. cerró sus ojos para intentar dormir, pero la pantalla de su teléfono iluminó todo su cuarto. revisó.

hanma
6 llamadas perdidas.
15 mensajes no leídos.
3 videollamadas perdidas.

"estás bien? hablemos" fue el último mensaje que mandó.

kisaki se tragó sus ganas de llorar y le respondió el mensaje.

"estoy bien, no te preocupes, gracias por preguntar, nos vemos"

se dio la vuelta y cerró sus ojos para quedarse dormido.

se levantó al sonido de la alarma, para comenzar su día en la solitaria casa. tomó desayuno, se bañó y lavó sus dientes para sentarse en su escritorio. abrió su cuaderno, miró sus apuntes y tomó su lápiz. miró los cuadros del papel, sin hacer nada. su garganta dolía, porque un nudo se encontraba en este. mordió su labio observando la hoja mojarse. se sentía igual de patético como antes. sin embargo, levantó su cabeza al sentir el ruido de una moto.

kisaki - tiene que ser una broma.

bajó corriendo al primer piso para abrir la puerta y ver a alguien subiendo por la reja.

- 𝙚𝙧𝙤𝙩𝙞𝙨𝙢𝙤; 𝘩𝘢𝘯𝘬𝘪𝘴𝘢 ⊰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora