EL REFUGIO

Capitulo 4

La cena transcurrió dentro de los límites de la comodidad que se podían dar. Mark no pudo evitar cuestionar a Sam respecto algunas cosas, era lógico suponer que le ponía algo nervioso su relativa corta distancia con su mujer y en general con su familia.

Al final todo fue bastante bien, lo cual fue un alivio. Al cabo de unas horas la familia entera se junto con Sam para ver una peliculita en el salón.

Dejaron que Maureen escogiera, a ninguno de sus otros hermanos pareció importarle. Se acercó a una pequeña estantería y saco un DVD.

—Quero ver Scooby-doo —enfatiza levantando la caja.

A Sam le pareció una elección divertida, recordaba como uno de los actores llamado Matthew Lillard se daba un aire demasiado parecido a Stu Macher.

Cuando termino todos se retiraron a sus respectivas habitaciones. Sidney le mostro a Sam su refugio provisional. Era un pequeño estudio, que tenía una cama a un lado, imagino que para las visitas. Le indico que podía usar el portátil si no estaba cansada o ir al salón para ver la televisión.

Pero había sido una noche muy larga, en cuando el cuerpo de Sam toco el colchón sus ojos se cerraron a los pocos minutos. Hasta que un fuerte ruido la sobresalto. Se sentía observada, miro la puerta y se sorprendió al ver que ahora estaba abierta de par en par.

Recuerda como Sidney la cerro al irse. Con paso lento se acerca hasta ella, echa un vistazo afuera pero no ve fuera de lo normal, excepto como un ventanal que da al balcón exterior está abierto.

—¿Sidney? —pregunta alzando levemente la voz, sin respuesta alguna.

Cierra la cristalera, pero no puede deshacerse de la sensación de que alguien no le quita el ojo de encima. Sabe que no se trata de Billy, hay un sentimiento familiar cuando la observa, esta vez es distinto.

Siendo consciente de que le va a resultar muy complicado volver a conciliar el sueño, se sienta en el sofá y enciende la televisión, dejando el volumen a un nivel literalmente bajo.

No quería despertar a toda la familia. Cambia de canal tras canal muerta de aburrimiento. Sopesa la idea de escribirle a Tara pero sabe que es muy tarde y prefiere no molestarla.

Cuando está a punto de darse por vencida y apagarla, se topa con una joven Tori Spelling discutiendo con Luke Wilson.

Antes el especial de dibujos y ahora STAB...

La película estaba en su pleno apogeo del tercer acto, la actriz que interpreta a la hermana de Dewey acababa de entrar en el garaje.

—¿Te gusta Ghostface? —pregunta una voz infantil desde el lateral del sofá.

Estaba tan absorta en la escena que no se había dado cuenta de que Tatum había entrado en el salón.

—¡Joder! —maldice Sam, buscando el mando frenéticamente—. Oye, no mires... ¿Dónde demonios está el mando?

—No te preocupes por mí, ya la he visto y me gusta —sonríe como si nada.

Sam la mira con ojos como platos.

—Dudo mucho que tu madre te haya dejado de ver esta película. Desde luego no es para niños y esta historia...

—Es la de mi Mama, ya lo sé. También sé que el chico malo es tu padre. Soy pequeña, pero no tonta.

—Un momento, ¿Cómo sabes que Billy Loomis es mi padre?

—Cuando le estaba dando de comer antes a Dani, escuche a mis padres discutiendo sobre ello. ¿Es por eso que mi papa no se fía de que estés aquí, verdad?