Sam se colocó una sudadera negra, en un intento por cubrirse de la llovizna y camina rápidamente hasta la tienda que hay al final de la calle. Su plan era quedarse en el pequeño motel de la cuidad, cerca de Tara, en caso de que la necesitara mientras visitaban a su madre por su cumpleaños. Ella quería evitar problemas, así que decidieron que esa era la mejor manera de verse.
Por desgracia, la única habitación que quedaba libre era la que había compartido con Richie un año atrás. Estaba a punto de negarse, pero no le hizo falta, el propio recepcionista la echo del establecimiento nada mas ver su nombre en su identificación.
Ahora no tenía donde quedarse, sopeso la idea de pasar la noche en el coche, a la espera de algo mejor. Al llegar a la tienda nota las pesadas miradas de la gente sobre ella. Se introduce en la zona de alimentación en busca de algo rápido para cenar.
Al doblar la esquina se choca contra un hombre mayor de pelo canoso, causando que todas sus cosas cayeran al suelo.
—No sabe cuánto lo siento —Sam se arrodillo dispuesta a recogerlo todo—. Permítame que le ayude.
—De verdad no se preocupe, soy un anciano pero todavía puedo...
Cuando sus miradas se cruzaron, Sam noto como los ojos castaños del hombre se volvían vidriosos mientras la contemplaban atónito. No lograba entender porque la mirada de esa manera y le hizo sentir un tanto incomoda. Al fin y al cabo no era una mirada, de miedo o de odio. Era algo distinto...
Piensa durante un momento y se da cuenta de que quizás la confunde con alguien.
—¿Tu... tu eres esa chica, verdad? ¿Eres la hija de Billy?
Sam se pone rápidamente en pie, agobiada trata de alejarse de aquel hombre.
—No sé lo que cree, pero no soy yo —le miente.
—Por favor, espera un segundo. Solo quiero hablar contigo.
Suplica aquel hombre mientra deja algunos productos en el suelo y la sigue. Los murmullos de la gente se vuelven más altos. Tenía que desaparecer de allí lo antes posible.
—¿Samantha? —le llama la atención una voz femenina y conocida—. ¿Qué haces aquí, va todo bien?
Se da la vuelta y se topa cara a cara con la persona que menos esperaba ver en Woodsboro.
—¡¿Sidney, que haces tú aquí?! ¿Me estas siguiendo? —pregunto un tanto a la defensiva.
Sabía que se había hecho eco la noticia del final de los acontecimientos acarreados en NY hace solo un mes. La brutalidad con la que mato a Richie se hizo viral gracias a los falsos post que circularon por internet.
Por lo tanto era lógico que no quedaran indiferentes ante sus últimas "victimas" por muy Ghostface que fueran. Para los demás... ella sería el monstruo.
—¡Tierra, llamando a Sam! ¿Me estas escuchando?
—Perdona, estaba... pensando —respondió con la cabeza agachada, se negaba a mirarla a los ojos.
Pronto el hombre mayor se reencontro con ella, pero esta vez no le mira sorprendido a ella, si no a Sidney. La saluda y le da un tierno abrazo.
Sam se queda de pie a unos centímetros de ellos, sin saber muy bien cómo reaccionar o que decir.
—Sr.Loomis, me alegro mucho de verle. Se le ve bastante bien.
Aquel hombre era... ¡SU ABUELO PATERNO!
—Yo también me alegro de ver que estas bien, querida. Has crecido mucho desde la última vez que te vi en la conferencia tu libro.
—Me puse muy feliz al verle allí, creo que fue en Atlanta. ¿Estabas haciendo la compra? —pregunta Sidney en un intento de crear conversación.
ESTÁS LEYENDO
EL REFUGIO
أدب الهواةSamantha Carpenter esta siendo rechazada por todas las personas, de todos los lugares posibles. Despues de su turbulenta experiencia en NY vuelve a Woodsboro en busca de refugio. ¿Pero y si lo consiguiera de quien menos lo espera?