Bajo la cama• 🌻

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Narrador: Ohm.

A N T E S

Me costó mucho entender que estaba mal amar a Nanon.

En las noches de tormenta, justo como la de hoy, nos metíamos bajo la cama, a protegernos.

Siempre fui solo dos dedos más alto que él, pero me sentía responsable de ser el más valiente, porque soy el hermano mayor.

Nos dimos nuestro primer beso, cuando los truenos sonaban fuerte.

Un día después de eso, hizo un dibujo.

Mamá le preguntó quién era ese niño rodeado de corazones y él me miró a mí.

Ella le explicó que existían millones de personas más en el mundo, pero que yo no podía ser.

No pude entender la razón por la que estaba tan mal.

Amarlo.

No creo que el amor pueda limitarse, lo aprendí en la escuela.

Creo que mamá nunca recibió esa clase.

Ella buscó distanciarnos, pero siempre encontrábamos la oportunidad para estar juntos.

Nanon siempre me besaba y un día ella lo vio.

Pude notar la desesperación en su mirada, sin entender el por qué un sentimiento tan bonito le parecía tan abominable.

Me separó de él, y la oí regañarme, señalándome con un dedo.

Se detuvo, golpeándome con fuerza en la cara.

Nanon se puso frente a mí y ella intentó hacerle lo mismo, pero él escapó.

Corrió rápido, y yo pude verlo todo desde mi lugar.

Lo persiguió hasta las escaleras, y se cayó antes de que ella lo alcanzara.

El sonido en cada grada retumbó en mí.

Me acerqué lento a ver lo que pasó y él estaba abajo, con la cabeza rota.

Había mucha sangre alrededor, y sentí que me miraba, porque lo levantó cuando aún mantenía los ojos abiertos.

No reaccioné.

Ella caminó a su habitación llorando y lo envolvió en unas sábanas.

Lo metió bajo la cama, y se acercó a mí, después de cerrar la puerta.

Intentó explicarme, pero yo no entendí.

Quería que fuera un secreto.

Suspiro ahora, acercándome a la puerta, porque ella ha salido a comprar la cena.

Nunca me deja acercarme, pero la cama suena más fuerte a estas horas.

El pasillo está iluminándose con cada rayo que cae afuera.

Cuando abro, todo adentro está oscuro, pero puedo ver una mano moviéndose, debajo de la cama.

—Hay una tormenta, Ohm —dice bajito y yo me acerco.

—Lo sé.

—¿Por qué no viniste antes? —me pregunta sacando la cabeza despacio— ¿Ella sigue molesta?

Asiento, agachándome a su lado.

—Sí.

Sonrío, porque me da un espacio y me meto bajo la cama, moviendo un poco la sábana con la que se está cubriendo.

—Ya se le va pasar —menciona mirándome a los ojos— no puede estar molesta para siempre, es mamá.

—Si le damos tiempo, lo entenderá.

Ese vacío raro que sentía en el pecho todos los días mirando la puerta, ha desaparecido.

Ya no estoy triste, porque Nanon está bien.

🌻

Our skyy• [Ohmnanon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora