Our skyy• [Ohmnanon]

La cosa• 🌻

Narración: Nanon.

D E S P U É S

Cierro los ojos, apoyando mi frente en la almohada, mientras intento regular mi respiración.

Es complicado cuando tengo a Ohm gruñendo en mi oído, y el sonido de su entrepierna chocando con mi cuerpo, en toda la habitación.

Intento sostenerme, porque está golpeándome duro, y tengo el sudor, bajando por mi frente.

Cuando mueve las caderas en forma circular, muerdo mi labio inferior con fuerza y hundo mis uñas en las sábanas, corriéndome.

Volteo porque se detiene, y me sonríe, penetrándome más lento.

Estoy agotado.

—¿Debería terminar? —pregunta acariciando mis pezones y mis rodillas tiemblan.

—Sí, por f-favor.

—¿Adentro? —susurra besando mi espalda y asiento— ¿O no quieres otro bebé?

Odio que me haga perder así mi dignidad.

—Quiero.

Un gemido escapa de mi boca, porque golpea fuerte mi próstata y siento su semen adentro.

Agarra mi cintura, cuando me acuesto por fin, y besa mi marca, frotando su cara con mi hombro.

Suspiro, sonriendo.

—Te amo —susurro girando un poco la cabeza y sonríe, rozando sus colmillos en mi cuello.

—Que lo digas seguido, no le quita lo raro —dice cerrando los ojos.

Sé que ha tenido un día largo en el trabajo, pero no ha querido dormirse al llegar.

Yo me levanto para ir al baño.

Cuando estoy frente al espejo, lavando mis manos, volteo a la puerta, porque entra y me abraza por atrás.

—Tienes sueño —le digo cuando coloca el rostro en mi hombro, con los ojos cerrados aún.

—Un poco.

—Acuéstate, Ohm, yo voy a limpiar.

—No.

—¿Por qué no?

—No pasamos tiempo juntos hoy.

Sonrío girando y beso su frente.

—¿Quieres pasar tiempo conmigo mañana?

—Sí —responde abrazándome más fuerte— pero quiero pasar tiempo contigo hoy, son días diferentes, y yo quiero estar contigo todos los días.

Mi cuerpo se estremece y giro, agarrando su rostro con mis manos.

—¿Por el resto de mi vida? —le pregunto acariciando su mejilla derecha y él niega con la cabeza.

—Por el resto de mía, porque tú vas a tener muchos más días que yo.

—No digas eso, no es lindo.

—¿Por qué?

—No quiero tener más días que tú —digo con un nudo en la garganta.

Sí, quizás sueno exagerado, pero no lo soy.

No es divertido, si recuerdo el contexto.

—Oye —susurra acercándose a mi boca— nadie va a morirse, hablo del futuro, cuando sea un anciano, y ya no sea biológicamente posible permanecer vivo.

Hago un puchero.

—No quiero —digo ya llorando.

—Está bien, está bien, yo no tengo razón —responde besando mi nariz— faltan muchos años para eso, y la gente inteligente tiene tiempo para descubrir la inmortalidad o algo así.

Sé que estoy llorando más fuerte, porque suspira preocupado.

—No se va a acabar cuando me muera —dice más suave— quizás no es realista asegurarte que vamos a vivir por miles de años, pero puedo asegurarte que la muerte no va a ser el final.

—No es suficiente, si quiero la inmortalidad.

—Te la daría en este momento si pudiera hacerlo, porque millones de días no son suficientes —afirma mirando mis ojos— la vida suena corta cuando pienso en ti.

Bajo la cabeza y él la levanta, soltando un suspiro.

—Te amo, Nanon, porque soy un narcisista que adora ser feliz, y no voy a poder serlo sin ti, quizás es egoísta, pero yo no soy una buena persona, y no existe algo en el mundo que no haría por tenerte a mi lado, porque tú representas mi felicidad.

—Suena a una gran bandera roja —respondo sonriendo— ¿Debería escapar?

—Te golpearía si lo intentaras, y te pondría una cadena alrededor del cuello para torturarte, hasta que recuerdes que me perteneces.

—Es divertido, porque no estás bromeando —digo riendo.

🌻