Rey• 🌻

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Narración: Ohm.

D E S P U É S

Jamás quise un reconocimiento extra por casarme con el rey.

Simplemente estoy enamorado, y creí que mis funciones se limitarían a hacerle el amor todas las noches, pero luego descubrí que tenía nuevas obligaciones.

Y la gente del reino confía en mí.

Todos en el castillo voltean a mirarme siempre, como si yo tuviera las respuestas para solucionarles la vida.

Prefieren tratar conmigo.

Creo que soy el rey prudente, responsable y bueno, porque Nanon no lo es.

—Majestad —dice el encargado del salón, haciendo una reverencia— hemos terminado la decoración para la cena de esta noche con los reyes del norte, ¿quiere darme su aprobación?

—A mí me gusta —digo dándole una mirada rápida desde la puerta y él sonríe.

—Gracias, gracias, gracias.

Probablemente Nanon llevaba días inconforme con sus propuestas, y comprendo el alivio que siente.

Lo hace conmigo, de vez en cuando.

No suele estar de buenas, cuando tiene que salir de la cama durante el día.

—Majestad —dice uno de los guardias y volteo a verlo— necesito que firme una autorización para la construcción del nuevo puente en el este.

Sonrío asintiendo y él suspira, como si se hubiera quitado un peso de encima.

—¿Nanon no quiso hacerlo? —le pregunto caminando a mi oficina.

—Jamás le faltaría el respeto al rey, yo estoy acá para servirle —me aclara.

—Lo sé.

—Majestad, él no quiso firmar, no despertó de buenas.

—Siempre puedo hacerlo yo, ven a buscarme directamente —digo entregándole la hoja y hace una reverencia larga.

—Gracias, majestad.

Voy de vuelta a la puerta principal, al oír los caballos, y veo a Nanon sentado en uno, mirándome.

Me acerco rápido y lo ayudo a bajar, pasando mis manos por su cintura.

—¿Qué pasó? —le pregunto agarrando su carita y hace un puchero.

—Me hicieron trabajar mucho hoy —responde inflando sus mejillas— siempre quieren que me encargue de todo, no pueden hacerlo sin mí.

Sí, porque es el rey, pero no voy a recordárselo, porque aprecio mi vida.

—Debería cortarle la cabeza a todos —dice frotando su rostro en mi pecho y todos los guardias lo miran.

—Nadie va a cortarle la cabeza a nadie —aclaro levantando la voz— es una broma.

Va a seguir hablando, pero pongo un dedo en su boca para que se calle, y niego con la cabeza.

—No es una broma —susurra pegándose más a mí y yo lo abrazo.

Él solo está bromeando.

Beso su cabecita y sonríe, por fin, mirando mis labios.

—¿Me cargas a la cama? —pregunta aplaudiendo y yo asiento.

—Y te pediré algo rico de comer, ¿sí, mi amor?

—Sí.

Quizás no es el mejor gobernante, pero todos podemos acoatumbrarnos con algo de paciencia.

Voy a cargarlo, pero un guardia se acerca, y ambos volteamos, porque estira unos papeles al lado.

—Majestad, ¿le importaría revisar estos planos nuevos que han llegado del establo?

—Me importa una mierda.

Mucha paciencia.

🌻

Our skyy• [Ohmnanon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora