Our skyy• [Ohmnanon]

War• 🌻

Narración: Nanon.

A N T E S

Para mí, nunca funcionó que Ohm me diera esperanzas.

Nunca le creí realmente que iba a volver.

Nosotros eramos felices, y yo no quería que él acabara con nuestra historia de amor.

—¿Por qué?

—Servir al país...

—¿Servir al país? —le pregunté casi con ironía— ¿Esa es tu prioridad?

—Oye —dijo acercándose y agarró mi rostro— yo te amo.

—No quiero que vayas —respondí quitándolo.

Quizás era egoísta, no me importa de todos modos.

Yo lo hubiera obligado a quedarse, si hubiera podido.

Su decisión de ir a meterse a una guerra, siempre me pareció estúpida.

—Ya estoy enlistado, Nanon.

—Podemos encontrar una manera...

—No —negó agarrando más fuerte mi brazo y me alejó de la puerta— ¿Por qué quieres arruinar el tiempo que tenemos?

—Quiero darnos tiempo, porque no es suficiente, ¿acaso no te das cuenta?

—Voy a regresar.

—¿Lo harás? —le pregunté riendo— ¿Puedes estar seguro de eso?

—Lo haré por ti.

—Puedes ir a una guerra, y sobrevivir por mí, pero no puedes quedarte aunque estoy rogándote para que lo hagas.

—No voy a ser un cobarde ahora, llevo meses metido ahí, incluso antes de conocerte —dijo acercándose de nuevo— voy a volver, y tendremos el resto de nuestra vida juntos, porque te amo.

—Yo te amo también —respondí ya quebrado— ¿Cómo crees que voy a sentirme sin saber de ti? ¿Crees que voy a poder dormir una sola noche pensando en si aún estás vivo o no? ¿Y si te hacen daño?

—Nanon...

—No quiero esto, Ohm —agregué interrumpiéndolo— quizás estás yendo tú, pero esperarte va a torturarme.

—No tienes que pensarlo demasiado.

—¿No tengo que pensarlo demasiado? —pregunté negando con la cabeza— por favor, no vayas.

Él respiró profundo, apoyándose en la pared.

—Voy a ir.

—Entonces voy a irme también —respondí acercándome de nuevo a la puerta.

No quería irme realmente, solo quería buscar la manera de detenerlo.

—Nanon —dijo jalándome fuerte del brazo.

—¡No voy a quedarme acá, si tú vas a irte!

—¿Estás condicionándome?

—Lo estoy porque es idiota, si no aprecias tu vida, al menos demuéstrame que quieres vivir por mí.

—¡Lo haré, porque voy a regresar!

—¿Por una vez en tu vida quieres detenerte a razonar, Ohm?

Cerré los ojos, porque me golpeó en la cara, y retrocedí.

—No vas a irte —dijo golpeando la puerta después de ponerle el seguro— razona tú.

Me senté en la cama sin mirarlo, con un nudo en la garganta.

Ni siquiera me hubiera dolido, si esto significara que nos quedábamos ambos.

Me frustró que él pudiera detenerme acá, pero que yo no pudiera detenerlo a él.

—Ohm —lo llamé llorando y él me miró.

—¿Qué?

—Por favor, quédate.

Podía golpearme si quería, podía hacer cualquier cosa si a cambio no iba.

Pero él no lo aceptó, y yo lo maté en mi cabeza, el día en que se fue.

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