Our skyy• [Ohmnanon]

Cámaras• 🌻

Narración: Ohm.

D E S P U É S

Toco la leche entrecerrando los ojos, porque no estoy seguro de si está caliente o fría.

Nunca he sido bueno para los intermedios.

Leí en internet que los bebés la pueden tomar fría, pero Nanon dice "que le gusta tibia".

Bueno, la vida no es perfecta, y los niños tienen que aprender eso.

Pongo el tetero frente a la cuna, y Thong estira la mano.

—Hay otros problemas graves en el mundo, tú eres multimillonario, así que te vas a tomar eso, porque soy tu papá y si algo aprendí de mi papá, es que puedo decirte lo que debes hacer.

—Fía no —responde devolviéndomela.

Me siento al lado de la cama, y hago un berrinche.

—Tómatela, por favor, no la quiero poner a calentar.

Él me mira casi con lástima y la prueba, otra vez.

—Voy a hacerte algo de comer, si terminas eso.

Lo veo negar de nuevo.

—No, gacias papi.

—Entonces voy a hacerte de comer, si no terminas eso.

Ahora la está tomando.

Lo miro mal y salgo de ahí, para ir a la cocina.

Nadie en esta casa aprecia la comida que hago, pero van a arrepentirse, cuando no lo haga más.

Agarro el pan de la cesta porque quiero un sándwich, y voy a abrir el estante de arriba, cuando la puerta principal se abre.

Nanon.

—Amooooor —alargo arrastrando mis pies— no me gusta quedarme solito, sin tu supervisión.

—Lo sé, pero Ohm...

—¿Po qué no me etás hablando bonito? —pregunto entrando en la sala con un puchero, porque estoy cansado y quiero un abrazo.

Aclaro mi garganta y me enderezo, al ver a mi papá con uno de sus socios, al lado de Nanon.

—Buenas tardes —suelto haciendo una reverencia.

—Este es mi hijo Ohm —le dice papá— es... es el dueño de todas las cadenas, tiene... la mejor proyección que hemos tenido desde que inició la compañía.

—Ya veo...

—Pueden pasar al salón, vamos a trabajar —agrega Nanon estirando la mano al pasillo— ¿Les gustaría algo especial de comer?

—Confíamos en tu buen gusto —le responde papá y él asiente sonriendo.

Cuando estamos solos, entrecierra los ojos, acercándose.

—¿Olvidaste la firma de contrato?

—Tenemos un hijo, Nanon, los negocios ya no son mi prioridad —digo cruzando los brazos.

—Ese hombre debe estar preguntándose como alguien que habla como idiota, tiene las mejores cifras de éxito en el continente.

Hago un puchero de nuevo y él suspira.

—¿Te cansaste mucho? —pregunta agarrando mi rostro y yo asiento.

—Sí.

—Lamento no darte un respiro, pero debes cambiarte para firmar —dice besando mi nariz.

—Mi vida es horrible —respondo triste— iré a llorar, y limpiaré mis lágrimas con mis millones de dólares.

Él se ríe, empujándome.

—Apúrate.

Me acerco de nuevo y lo abrazo fuerte, ocultándome bajo su cuello.

—Te amo —digo besándolo detrás de la oreja.

Voy a irme rápido, para que ya no me regañe, pero agarra mi mano y entrelaza nuestros dedos.

—Cuando se vayan, voy a compensarte por ser el mejor esposo del mundo —dice mirando mis labios.

—Y el más guapo —le recuerdo— aparecí en varias portadas este mes.

🌻