Narración: Nanon.
D E S P U É S
Estoy concentrado en la computadora, cuando Ohm entra en la habitación, haciéndole el avioncito a Matt.
—Tenemos un monstruo a la vista —dice mirándome y ambos se ríen, porque lo golpea despacio contra mi cara.
Alejo mi mano del teclado.
Está claro que ya no van a dejarme trabajar.
Agarro a Matt y él grita, riéndose más fuerte, porque le hago cosquillas.
Apenas puede respirar cuando lo bajo y se va corriendo al jardín.
Suspiro viéndolo acostarse en el césped, junto a nuestro perro.
—¿Te interrumpimos? —pregunta Ohm abrazándome por atrás y asiento.
—Siempre interrumpen.
—Es que ya hicimos la tarea, y queremos jugar —responde haciendo un puchero.
Matt a empezado a asistir a la escuela para niños con problemas de aprendizaje, y no quiero presumir, pero es el mejor de su clase.
Estoy muy orgulloso de él.
Agarro el rostro de Ohm al girar y miro sus labios.
Que hombre tan perfecto.
Nuestra casa es nueva y apenas estamos terminando de mudarnos, pero ya me siento cómodo acá.
Suspiro bajando la mirada, porque ahora tengo un nudo en la garganta.
—¿Qué pasó? —pregunta preocupado y niego con la cabeza.
—Es que solo... soy feliz —susurro pegando mi frente a su pecho.
Sonrío, porque acaricia mi cabeza y cierro los ojos.
—¿Tanto como yo?
—Más que tú.
Ambos volteamos al ver a Matt rodando en el piso, porque nos llama para mostrarnos lo que hace.
—Quiero mantener esa sonrisa en su rostro por siempre —suelto después de suspirar y Ohm besa mi nariz.
—Lo haremos bien —dice chocando nuestros labios.
Matt probablemente es un niño común para los demás, le gusta jugar, los dulces, el mar y dibujar.
Pero es mi niño especial, y yo voy a cuidarlo siempre.
🌻