Yoongi conoció a Hoseok cuando era un bebé de apenas siete meses, sus padres le dijeron que ese pequeño niño era su destinado, su futuro omega.
Yoongi lo aceptó, sin embargo creció.
A los diecisiete años Yoongi regresó a Corea-Seul, pero no regresó...
Toda la gente se encontraba impresionada al ver como su futuro rey junto su prometido caminaban por las calles y ferias del reino. Hoseok prendido en el brazo de su majestad caminaba con una gran sonrisa en su rostro.
La gente era amable y Hoseok no podía estar más satisfecho de saber que la armonía, el amor y la paz reinaban en cada persona. Como en su futuro rey.
De pronto una hermosa cajita musical llamó su atención visual, jamás había visto semejante hermosura y mucho menos escuchado tan precioso sonido. Hoseok no despegó la vista de la pequeña caja musical mientras pasaron y Yoongi claro que lo notó.
Yoongi: ¿Te gusta? --Le preguntó mirando el objeto musical antes de volver la vista al pelirrojo--
Hoseok: Tiene un hermoso sonido. Me fascina.
Yoongi: Es tuyo entonces. --Lo decretó sin más--
Hoseok: ¿Cómo podría ser merecedor de tan espléndido objeto, su majestad? --Preguntó algo apenado--
Yoongi: ¿Yó cómo podría merecerte, príncipe Hoseok? --Observó un momento como las mejillas del menor se coloreaban antes de volver a hablar-- Te mereces esto y más pequeño. Todo lo hermoso y perfecto de este mundo es tuyo si lo quieres.
Estaba haciéndolo otra vez, estaba haciendo que Hoseok se enamorara de él aún más. A pesar de que Hoseok saldría herido una vez conozca la verdad.
Yoongi recogió el objeto y lo admiró un momento, Hoseok aún sonrojado siguió sus manos con sus ojos, entonces sonrió levemente cuando el príncipe le entregó la cajita mirándolo con amor y ternura.
Hoseok: Me siento tan dichoso y agradecido, su majestad. --Agradeció con una pequeña sonrisa--
Yoongi: Con tal de verte feliz, te ofrecería toda la música del mundo si así lo deseas.
Hoseok le sonrió y luego miró su pequeño regalo. Lo admiró totalmente anonadado, teniendo en mente que ese sería el segundo regalo que atesoraría de ahora en adelante.
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El día que Yoongi se marchara había llegado más pronto de lo planeado, Hoseok no podía ocultar su tristeza a pesar de que había prometido mantenerse calmado, era delatado por sus ojitos de cachorro triste y el pequeño puchero en sus labios.
Esa mañana nisiquiera quiso salir de la cama, quería volver a dormir y después despertar con la maravillosa noticia de que su futuro rey y esposo, no se iría jamás de su lado. Sin embargo la cruel realidad lo abofeteó haciéndolo despertar casi sollozando.
X: Hoseok, querido porfavor no estés triste. Volverá por tí y se casarán para luego vivir toda una vida juntos. --dijo la madre de Yoongi tratando de consolar al menor--
Hoseok: Su majestad me hará mucha falta, no puedo evitarlo mi reina. Esto es muy doloroso para mí. --Respondió tratando de no romper en llanto--
X: Comprendo, pero trata de que tu futuro esposo se lleve como recuerdo una adorable sonrisa tuya, para que la recuerde cuando te extrañe. --Sonrió cariñosamente y acarició la mejilla del pelirrojo--
Hoseok iba a responder, pero anunciaron la llegada del futuro rey al gran salón. El corazón de Hoseok se aceleró como nunca y dolió también, sin embargo trató de sonreír disimulando su tristeza fallando en el intento.
La reina y Hoseok mostraron su respeto haciendo una reverencia, Yoongi hizo lo mismo y le sonrió suavemente a Hoseok al notar su no tan disimulada tristeza. El corazón de Hoseok se apretujó aún más cuando Yoongi se acercó a él para sujetar sus manos no sin antes dejar un pequeño beso ahí.
Yoongi: Porfavor, no estés triste. --Al ver como Hoseok no pudo contener más las lágrimas, lo abrazó delicadamente-- Me marcharé para ampliar aún más mis conocimientos y aprender cosas nuevas para así ser un rey ejemplar, pero prometo volver a tí. --Se alejó un poco para mirar los ojitos empapados del menor y limpiarlos con las yemas de sus dedos suavemente-- Porfavor mantente saludable y sobre todo no dejes de sonreír, mi príncipe. ¿Puedes prométermelo?
Hoseok: Lo prometo, --Sollozó antes de dedicarle una pequeña sonrisa-- Pero usted prométame volver a salvo y...que sus sentimientos hacia mí no disminuirán.
Yoongi observó los ojitos adoloridos del menor y reflexionó, este pequeño merecía ser feliz, o almenos creer que el hombre que él amaba, lo amaba a él también. Solo para hacerle feliz. Así que decidió "amarlo" también.
Aunque aún se sentía un completo imbécil por hacerle esto a un ser tan maravilloso e inocente como Hoseok.
Yoongi: Lo prometo.
🏰•🥀 Continuará...🥀•🏰
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