Por la mañana, tocaron a la puerta de Lucas. Este se levantó lentamente a abrir la puerta, cuando la abrió, vio a Johnny parado del otro lado de la puerta con un estuche de guitarra en mano.
—¿Qué pasa? —preguntó Lucas.
—Bueno... Ayer estuve toda la noche como loco buscándola. —dijo Johnny dando aquél estuche a Lucas.
—¿Mi guitarra? —se dibujó una sonrisa en el rostro de Lucas.
—La verdad, pasé un largo rato pegando el mástil ya que se rompió de ahí.
—Muchas gracias. —Lucas dió una sonrisa a Johnny y metió la guitarra a su casa.
—¿Estás bien?
—¿Yo? Sí, ¿Por qué?
—No es por ofender, pero te ves terrible. —era cierto. Tenía el pelo desacomodado, ojeras, su rostro estaba muy pálido y, literalmente, tenía una cobija encima de forma en que solamente se podía ver su rostro.
—No dormí muy bien anoche...
—¿Por qué?
—Ah, cosas... Por cierto, ten. —Lucas tomó la chaqueta de Johnny y se la extendió.
—Quédatela.
—¿De qué hablas? Es tuya. Yo tengo mis propias chaquetas. —Johnny no dijo una palabra y solo tomó la chaqueta en manos. De cierto modo, (y aunque fuera la única chaqueta que tenía) quería que Lucas se la quedara.
Se quedaron viendo unos segundos en un silencio algo incomodo. —¿Algo más?
—¿Eh? No, yo... Ya me iba... —Johnny dió la media vuelta y se dirigió a su camioneta cabizbajo.Más tarde, Lucas se dirigió a la prisión para visitar a su madre.
—¿Lucas? —preguntó su madre al verlo.
—Hola, mamá. —contestó Lucas.
—Escuché que el concurso se canceló. El teatro de hizo pedazos. ¿Estás bien?
—Ah, sí... Solo fue algo de agua.
—Hmm... Estabas muy emocionado por esa competencia.
—No actúes como si te importara.
—Es enserio. Por primera vez en mucho tiempo, sentiste pasión por hacer algo. Lo lamento mucho.
—Sí, bueno, son cosas que pasan. —se creó un silencio incomodo.
—Creí que ya no vendrías.
—Eres mi madre... Además, necesitaba distraerme con algo...
—¿Seguro que estás bien? ¿No quieres hablar de eso?
—¿Desde cuándo te intereso?
—Desde siempre.
—Sí, claro, por eso estás aquí.
—Tú me precupas, hijo.
—¿Sí? Bueno, eso díselo a todas las noches que lloré por tu culpa.
—Lucas...
—Déjalo. —se volvió a crear un silencio. Lucas simplemente no lo creía. Su madre lo había tratado como basura por tanto tiempo, ¿Y de pronto le importaba?
—Perdóname por haber sido tan... mala madre...
—Si tanto te preocupo, ¿Por qué me trataste así todo este tiempo?
—Sé que no hay excusas, pero... Simplemente yo no podía tolerar verte porque, cada que te veo, veo a tu padre y yo... No puedo con la culpa...
—¿Culpa? ¿De qué hablas?
—La noche en que murió. Salí con unas amigas, ya era muy tarde y le llamé a tu padre para que fuera a recogerme. En el camino, un loco que iba ebrio por la carretera lo chocó...
—Pero, no es tu culpa.
—¡Claro que sí! Si no le hubiera llamado o si no hubiera salido tu padre seguiría aquí.
—Mamá... Nada de eso es tu culpa... Tú solo querías salir a divertirte un rato... Jamás ibas a saber que ese loco estaría en la carretera. —lágrimas comenzaron a brotar del rostro de la madre de Lucas.
—Lamento todo... Es solo que pensé... Que si te alejaba... Tal vez dejaría de tener miedo...
—Mamá...
—Lo siento tanto, Lucas... Yo siempre te he amado y siempre eh estado orgullosa de tí. Eres un chico súper talentoso y brillante... Soy madre de un chico increíble y no lo eh podido valorar por mi terquedad... Lamento no haber estado para tí... —Lucas sonrió a su madre.
—Te amo, mamá. Voy a sacarte de aquí.
—¿Cómo?
—Puedo pagar la fianza.
—¿Con tus ahorros?
—Es el único dinero que tengo...
—Oh no... No hagas eso. Ese dinero es tuyo... Déjame aquí, usa ese dinero para tí. Para tu carrera y tu futuro.
—Pero, ¿Qué hay de tí?
—Estaré bien. Quiero ver a mi niño feliz y cumpliendo sus metas. —el teléfono de Lucas sonó. Era un número desconocido. El canino contestó y no podía creer lo que le dijeron en la llamada. —¿Qué pasó?
—¡El show sigue en pie! —respondió Lucas con una enorme sonrisa.
—¡Guau! ¿En serio? ¿Cómo?
—No lo sé, pero sí se va a dar el show.
—¿Y qué haces aquí? ¡Corre!
—Mamá...
—Nada de lloriqueos. Ve a ese escenario ahora y da todo de tí.
—Gracias, mamá. —Lucas se levantó y fue.
—Ese es mi hijo. —dijo la madre de Lucas en voz baja con una sonrisa mientras su hijo se iba.Lucas corrió a su casa para recoger su guitarra y luego salió de esta para dirigirse rápidamente al lugar donde, anteriormente se encontraba el teatro. Ahí vio al resto del elenco junto con el inigualable Buster Moon, mismo que les explicó a todos que construirían un pequeño teatro al aire libre para presentar el show.
Llenos de alegría y emoción, todos comenzaron la construcción.
Al terminar la construcción, todos comenzaron a ensayar antes de que cayera la noche.
Lucas estaba practicando con su guitarra cuando una voz masculina se dirigió a él.
—Lucas. —el mencionado se volteó hacia la voz. Era Johnny.
—¿Qué sucede? —preguntó Lucas con desinterés.
—Yo... Quería saber cómo estabas...
—Ah, pues yo estoy bien.
—¿Seguro?
—Sí... Por cierto, gracias por reparar mi guitarra... Es muy importante para mí... Mi padre me la regaló. —Johnny le dirigió una débil sonrisa. El padre de Lucas sonaba a que había sido un padre increíble... ¿Por qué el suyo no podía ser así?
—Lo entiendo... Debió de haber sido un gran padre...
—Vaya que lo fue... —respondió Lucas cabizbajo con una sonrisa melancólica para sí mismo.
—Lamento lo de tu madre... —Lucas levantó la mirada para ver a Johnny.
—Tranquilo. Todo está bien... Hoy, por primera vez en años, se disculpó conmigo... Creo que todo irá mejor.
—¿En serio?
—Sí. —Lucas dió una leve sonrisa. —¿Qué hay de tu padre?
—Pues... —Johnny suspiró. —Aún no quiere verme...
—Ay, Johnny... —Lucas se acercó al gorila. —Lo lamento...
—No fue tu culpa.
—No, pero... Me enojé contigo por nada... No debió ser así. Lo siento. —Johnny le sonrió.
—Todo bien. —se miraron a los ojos.
Lucas no sabía por qué, pero su corazón se aceleró. La sonrisa de Johnny era tan linda y el mismo Johnny también lo era.
Mientras tanto, para Johnny era increíble estar con Lucas, verlo a los ojos. Esos ojos tan brillantes como dos estrellas.
Son darse cuenta, los rostros de ambos comenzaron a acercarse.
—¡El show está apunto de iniciar! —se escuchó la voz de Buster desde lejos.
Ambos se alejaron.
—Bueno... Te dejo seguir ensayando... —dijo Johnny bastante nervioso. ¿Qué acababa de pasar?
—Oh.. sí, claro... —respondió Lucas con ligera tristeza y vergüenza. Sus pensamientos eran confusos. En esos cortos y a la vez largos 5 segundos sintió algo que nunca había sentido en su vida con tan solo ver a Johnny.
Johnny se fue.
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~Amor animal~ (Johnny)
RomanceLucas Jones, un perrito aspirante a cantante. Johnny, un gorila, un chico que ama cantar. Un concurso une sus caminos, ¿Qué podría pasar?