•PARTE 1•

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Nota del autor:
Si en algunas partes llego a poner "personas" pidoperdon, esque no sé cómo referirme jajaja una disculpa si suena raro sabiendo que son animales.
Otra cosa que olvidé aclarar es que Johnny mide 1.80 y Lucas 1.83 kajsks.
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Un canino de al menos 20 años de edad, se encontraba sentado en su cama. Una cama individual con sábanas color maní y almohadas blancas. La cama se encontraba al lado de una ventana que estaba abierta.
El chico tenía en manos su guitarra acústica color café y estaba tocando y cantando "House of memories" mientras miraba melancólicamente a un teclado justo frente a su cama.
—Promise me a place... —terminó de cantar tristemente.
El canino suspiró pesadamente mientras recuerdos llegaban a su mente.
Un cachorro de 10 años con playera blanca y unos shorts azules estaba en plena fiesta de cumpleaños colocándose en un teclado.
El pequeño llamó a los invitados.
—¡Disculpen! —exclamó el pequeño, haciendo que todos lo voltearan a ver y, acto seguido, se acercaran a unos metros. —Esto es para mi padre. —miró a su papá. Un perro de avanzada edad vestido de camisa azul y pantalón del mismo color. —Feliz cumpleaños, papá. —automáticamente, el niño comenzó a tocar en el piano y cantar "i Will always love you". Al terminar, todos aplaudieron.
El padre del niño se acercó a él y lo abrazó. —Te amo, papá.
—Yo a tí, hijo.
Al llegar este recuerdo a la memoria del chico, este soltó una pequeña lágrima que recorrió su mejilla derecha.
—Te extraño, papá... —dijo el chico en voz baja.
Acto seguido, un folleto color naranja ladrillo entró volando de su ventana. El chico lo tomó y lo leyó.
El folleto hablaba sobre una competencia de canto que afirmaba que, el que ganara, sería remunerado con la cantidad de 100,000 dólares.
El chico dejó su guitarra en la cama y se dirigió velozmente a la sala con su madre, quien estaba sentada en un sillón reclinable color verde cerceta justo enfrente de un pequeño televisor en el cual se estaba transmitiendo una clase de programa el cual, sinceramente, el chico no conocía.
Su madre, era una canina cuyo cabello cobrizo estaba atado en una coleta y vestía un simple camisón rosa pastel.
El chico llegó a la sala. —¡Mamá! ¡No lo vas a creer! —exclamó enérgico.
—¿Qué quieres, Lucas? —preguntó con molestia su madre.
—¡Mira! —le enseñó el folleto.
La señora le arrebató el folleto y lo leyó.
—No tenemos dinero para inscribirte en ese chistesito.
—¡Por favor! Además, si gano, tendremos dinero suficiente.
—¿Y qué te hace pensar que ganarás? Las personas que concursan en eso están bien preparadas, y tú solo eres un mocoso sin estudios. No tienes lo que se necesita. —Lucas bajó la mirada. ¿Cómo su madre podía ser tan cruel? Además, ni siquiera era su culpa no haber estudiado, era culpa de su madre, quien dejó de trabajar y Lucas tuvo que abandonar los estudios para trabajar y llevar dinero a su casa.
—Mira, de cualquier modo, el que lo organizó va a elegir a quienes considere con el potencial... Y ya que yo "no tengo lo que se necesita", si voy no me elegirá. ¿Qué tengo que perder?
—Ugh... Lárgate de una vez, entonces. —respondió finalmente su madre con molestia.
Lucas, ya algo desanimado, se acercó a su madre.
—Gracias. —dijo con una sonrisa algo afligida y dió un pequeño beso en la mejilla de su madre.
—Sí, sí, ya vete. —el chico tomó su guitarra, salió de su casa y, en una bicicleta algo vieja color menta, se dirigió a toda velocidad a las audiciones.
Cuando llegó, solo quedaban unas 5 personas, además de él, por lo que se podría decir que era el último, cosa que no le sorprendía mucho sabiendo el tiempo que tardó en llegar y la lejanía de su casa con el teatro (no era mucha la distancia, pero sí una distancia considerable).
Justo después de una jirafa, pasó el chico con su guitarra y comenzó a tocar y cantar "There's nothing holding me back".
Al término, bajó del escenario y, mientras se dirigía donde estaban los demás participantes, vió a un gorila bastante alto (aunque no más algo que él) subir con rapidez al escenario, por lo que decidió quedarse a escuchar.
Aquél chico comenzó a cantar "Stay with me", dejando a Lucas perdido en su voz. ¿Cómo este chico podía cantar tan precioso?
Cuando el chico terminó de cantar, bajó del escenario y se dirigió a dónde estaba Lucas. Los chicos no interactuaron en lo absoluto, solo esperaron a que llamaran al escenario, sin embargo, habían llegado más personas, por lo que tuvieron que esperar un poco más. Un tiempo después, la señora lagartija se dirigió con un megáfono y empezó a llamar a todos al escenario. No pasaron ni 5 minutos cuando todos estaban ya arriba del escenario.
El señor Moon comenzó a elegir entre grupos y solistas. Cuando eligió a los solistas, optó por un ratoncito que parecía llamarse "Mike", a un camello llamado "Pete", a una jirafa llamada "Daniel" y...
Se creó un silencio mientras elegía al siguiente.
Lucas se quedó sorprendido cuando Buster Moon lo señaló.
—Me quedo con Lucas. —dijo el pequeño Koala.
Lucas empezó a irradiar felicidad, no podía creerlo. ¿En serio lo habían elegido? Su felicidad desapareció cuando el Koala volvió a hablar. —Gracias, Johnny. —al parecer, el chico gorila era Johnny. Lucas se quedó perplejo, ¿Cómo pudo no haberlo elegido? Ese chico cantaba como los angeles.
Cuando Moon le quiso informar al tal "Daniel" que había sido elegido, fue difícil. Daniel era demasiado alto y Buster tan pequeño. No iba a funcionar. Buster tomó un megáfono y se giró hacia donde el tal "Johnny" se estaba yendo. —Johnny, vuelve aquí. Te quedas. —miró a la jirafa. —¡Gracias, Daniel! ¡Adiós! —Daniel se fue y Johnny volvió alegremente al escenario, como si su vida hubiera dependido sobre si quedaba o no.
Buster informó que eran todos los de su lista, por lo que los demás se fueron bastante molestos e insatisfechos. Antes de que todos se fueran, el Koala llamó a una cerdita llamada "Rosita" e informó que la emparejaría con otro cerdo llamado "Gunter". Rosita parecía algo molesta ante la situación, mientras que Gunter se notaba extasiado.
Buster se dirigió al grupo de los que había elegido. —¡Ustedes son mis afortunados elegidos! Al fin llegó, amigos. ¡Un momento decisivo en todas nuestras vidas! —dijo energético.
Unas chicas ardillas aparentemente japonesas se acercaron a él. Moon intentó hacerles entender que ya había elegido a los grupos, sin embargo, lo único que pudo lograr fue retirarlas del escenario.
—Oye, Moon, ¿Cómo es la historia? ¿Acá adentro está el premio de verdad? —preguntó el ratón llamado Mike con un acento argentino refiriéndose a un baúl el cual tenía cadenas y estaba cerrado con candado.
—¿Ah? Sí, todo está ahí. —afirmó Buster.
—Pues abrilo, ¿Querés? Me encantaría ver cómo se ven cien mil dólares. —todos los demás se acercaron pidiéndole que abriera aquél baúl.
—Claro, lo voy a abrir... ¿Qué? ¿Qué dijiste? —un chico oveja se acercó con un folleto.
—Dijo cien mil dólares. —reafirmó el chico.
Buster se acercó a la oveja y miró el folleto.
—¿Cien...? —al leerlo, dió un pequeño grito. —Olvidé mis llaves... —dijo dando una risita nerviosa. —Enseguids vuelvo. —tomó a la que parecía llamarse "Crawley" y se fue rápidamente.
Todos se miraron confundidos.
Mientras Moon y la señorita Crawley no estaban, varios comenzaron a socializar y hablar, sin embargo, Lucas solamente estaba en un lado algo incomodo. Lucas no era muy bueno socializando, apesar de ser muy alegre y animado, solía ser retraído con los que no conocía.
Lucas miraba como todos socializaban, deseaba hablar con ellos, realmente parecían amigables.
Uno de ellos realmente se dió cuenta y se volvió hacia Lucas.
—¡Oye, ven! —exclamó el chico gorila llamando a Lucas, quien se acercó tímidamente.
—Mucho gusto... —dijo Lucas con la voz temblorosa.
—El gusto es nuestro. —el gorila le estiró la mano al canino. —Johnny. —Lucas correspondió el saludo tímidamente.
—Lucas...
—¡Hola, Lucas! —saludaron los demás con alegría.
Rosita, Gunter y Mike se presentaron con el chico, haciendo que éste se sintiera más tranquilo.
Pasaron unos minutos cuando Buster Moon abrió bruscamente la puerta y comenzó a caminar al escenario.
—Okey, pónganme atención. —dijo Buster mientras se dirigía al escenario. —Los voy a enviar a su casa justo ahora. —todos se quedaron perplejos. ¿A sus casas? ¿Por qué? ¿No se suponía que debían quedarse o algo así? —Sí, porque, como mi padre solía decir: "Una noche de descanso te dará un buen día de trabajo". —afirmó el Koala. —Así es, los ensayos van a empezar justo mañana a primera hora y, si quieren ser estrellas y ganar cien mil dólares, ¡Más vale que estén listos para trabajar como nunca habían trabajado en su vida! Así que, vayan a dormir, y ¡Sueñen en grande! —todos festejaron llenos de alegría.
Todos se dirigieron a sus casas sin más.
El canino estaba irradiante de alegría, simplemente no podía creerlo, nunca confío en sí mismo, no desde lo que pasó.
Lucas se fue rápidamente a su casa con ganas de decirle a su madre todo. Estaba realmente emocionado.

~Amor animal~ (Johnny)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora