12. 'Cause To Be By Her Side...

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La vida de Enid iba de mal en peor, y lo único que la mantenía estable en ese momento era Merlina.

Siendo una adolescente, Enid no se veía comprando pañales ni criando a un bebé, pero abortar no parecía ser una opción, pues para eso necesitaba el permiso de sus padres.

¿Cómo haría que sus padres, unos conservadores fanáticos religiosos, le permitieran abortar?

Todo se estaba yendo en picada, y ya sin poder aguantarlo más, le contó la verdad a su padre, quien había notado su comportamiento extraño desde hace días. Le contó sobre Ajax, sobre el bebé y sobre querer hacerse un aborto. La reacción de su padre fue muy distinta a lo que imaginó: el la comprendió y dio su autorización, y también dijo que se encargaría de decirle a su esposa, para que Enid no tuviese que pasar el mal rato.

Ahora, eran las tres de la madrugada, y Merlina, junto a Xavier y Yoko, se entretenían jugando Uno en el sótano del chico.

-¿¡Un +4!? ¡Enana de mierda, estaba a punto de ganar! -Gritó el chico, arrojando su carta restante al suelo, cruzandose de brazos.

-¡Enana tu po-

Merlina fue interrumpida por la baraja de cartas de Yoko, que le dio directo en el rostro.

-No griten, es solo un juego. No sean infantiles.

Xavier rodó los ojos y sacó las cartas que correspondían. Una vez las tuvo en sus manos, contuvo la risa y colocó la carta.

"+4"

El rostro sereno de Yoko se transformó inmediatamente. Frunció el ceño y le arrojó una carta en la cara al mas alto.

-¡Que te follen! ¡Imbecil cara de escroto!

-Ey, no grites, es solo un juego, no seas infantil. -Replicó burlesco. Se quejó cuando una carta impactó nuevamente contra su rostro, y ahí, una pelea, que consistía en arrojarse cartas entre sí, comenzó entre ambos adolescentes.

Mientras Merlina miraba la divertida escena, escondiendo una de sus cartas debajo de la alfombra, sintió su teléfono vibrar en su bolsillo, a lo cuál dejó todo de lado y lo sacó para ver quién era.

¿Qué clase de escoria molestosa y sin vida propia podría estarla llamando a las tres de la m-. Oh, era Enid.

Claro, ¿quién más podría ser?

-¡Ya dejen de pelear y cállense! -Gritó la gótica, dándole un zape al chico a su lado. Ambos se callaron y la miraron confusos. -Enid me está llamando, no digan nada raro o les destrozaré el cráneo con un martillo ¿bien?

-Aw, ¿tu noviecita te está llamando para desearte las buenas noches? -Se burló Thorpe. Yoko le dio un codazo y le dijo en voz baja que cerrara el hocico.

Merlina aclaró su voz y respondió la llamada de la manera más serena posible, aun si eran un manojo de nervios.

-Buenas tardes. -Dijo apresuradamente, apretando su puño. Una risilla se escuchó al otro lado de la línea.

-No me parece que sean tardes. -Dijo Sinclair, con su dulce y quebrada voz. -Ni tampoco buenas.

-¿Ocurrió algo? -Merlina evitó con todas sus fuerzas decir algún insulto, pues sus amigos estaban burlándose en todo momento de su nerviosismo. Yoko se acercó al oído del chico y le susurró algo, para luego reír al unísono.

Enid se ocultó bajo las sábanas de su cama, intentando confortarse con el calor que éstas le brindaban. Con voz temblorosa, dijo:
-Cómo ya sabes, le dije a mi padre qu-

-Oh, Merlina~ -Enid arqueó una ceja, confundida al oír una voz femenina y coqueta al otro lado de la línea, escuchandose algo lejana. -Querida, vuelve a la cama ¿si? No me dejes con ganas...

The Other Woman | Wenclair AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora