11. There Are Never Toys That's Scattered Everywhere... (1/2)

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Ajax faltó a la escuela por segunda semana consecutiva. Enid no había hablado con él desde aquella vez, y cuando fue a su casa, no lo encontró.

Estaba más que preocupada, pues el chico ni siquiera respondía sus mensajes ni llamadas ¿y si le había ocurrido algo malo?

Esta vez no tenía a Merlina para desahogarse, pues la chica pasaba la mayor parte del tiempo con Yoko y Xavier, y cuando estaban juntas, prefería no molestarla con sus problemas con Ajax.

Miró a Merlina a su lado una vez terminó de comer. La gótica charlaba animadamente con Yoko, así que optó por no molestarla.

—¿Has hablado con Ajax? —Preguntó una voz masculina a su izquierda. Volteó a ver, encontrándose con Xavier. —El muy imbecil sigue sin responder mis mensajes.

La rubia negó, haciendo un puchero. —¿Y si le ocurrió algo malo? ¿Y si lo secuestraron o algo así?

—Dudo que lo soporten más de una semana... Debe estar bien, pero aun así es extraño que no haya hablado con ninguno de nosotros.

Enid alzó una ceja al notar el evidente nerviosismo del Thorpe, y luego desvío su mirada nuevamente hacia Merlina, pero sólo se encontró con la escalofriante sonrisa de la japonesa. Merlina parecía distraída, escribiendo algo en su libreta, Yoko la miraba atentamente.

Enid sintió un molesto dolor en el estómago, el cual incrementó con rapidez. Se levantó rápidamente de su asiento, cubriendo su boca y corriendo velozmente hacia el baño. Los demás la miraron extrañados, y luego se miraron entre sí.

—¿Qué le pasó? —Preguntó la japonesa, dándole otro bocado a su sandwich.

Merlina se alzó de hombros. Ambas dirigieron su mirada a Xavier, quien jugaba ansiosamente con sus manos. Faltó sólo un gruñido de Yoko para que el chico soltara la sopa.

—Besé a Ajax. No es el momento indicado para decirlo, lo sé—Dijo, e inmediatamente cubrió su rostro con sus temblorosas manos. Un "qué" escapó de los labios de Merlina. —¡Que besé a Ajax, carajo! ¡Y creo que ahora no quiere venir por mi culpa!

Yoko lo golpeó en la cabeza con su botella de agua. —¿Eres o te haces? ¿¡Por qué hiciste eso y apenas nos lo dices!?

El chico se hizo bolita en su asiento. —Estábamos en confianza y simplemente ocurrió. ¡Y si, sé que dije que ya no me gustaba! Pero era inevitable...

—¿Y hace cuanto fue? —Preguntó Merlina, intentando mantenerse lo más neutral posible.

—Hace dos semanas, el viernes en la tarde...

Justamente el día en que Ajax y Enid habían tenido relaciones.

Gracioso, pero no gracioso de risa, gracioso de raro.

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Enid jaló la cadena del retrete una vez que aquel imparable deseo de vomitar se esfumó. Acarició su estómago y soltó un quejido al sentir su adolorida garganta. Se levantó del suelo, abrió la puerta del pequeño cubículo del baño, y luego se acercó al lavamanos, lavando su rostro con algo de agua.

Aquella situación ya se había vuelto algo habitual desde hace un par de días. Pero ¿por qué? Por su mente pasaban sólo dos opciones:

1.- Estaba enferma del estómago, probablemente comer pastel de chocolate todas las noches no le hacía bien.

2.- Estaba embarazada.

The Other Woman | Wenclair AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora