|𝐀 𝐌𝐔𝐋𝐓𝐈𝐅𝐀𝐍𝐃𝐎𝐌 𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒|
"¿Por qué nos enamoramos de un Personaje Ficticio? Porque los sentimos reales"
Escribo esta historia con el fin de compartir y transmitír pequeñas historias que surgen en mi mente de personajes que amo...
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POV PRIYA
Oscuridad me inundaba por completo. Trate de moverme intentando buscar algo de claridad pero fue inútil. Note que mis manos estaban cubiertas con un material que impedía usar mis poderes. Resoplé con frustración, para luego sentir un apretón en mi pierna derecha.
-Grogu —lo tome en mis brazos, suspirando aliviada. Al menos ese maldito tuvo la decencia de no separarnos mientras estábamos encerrados.
-Tranquilo bebé, Din debe estar en camino.
Al mencionar al mandaloriano, el pequeño verde sonrió. Sonreí hacia el, deseando que así fuera.
La puerta se abrió, dejando ver al bastardo de Moff Gideon, quien sonrió cínicamente.
-¿Están cómodos? —preguntó con sorna, a lo que yo no respondí.-Lamentó que nos conozcamos en estas circunstancias, señorita...
-Djarin, Priya Djarin —hablé con firmeza.
Gideon sonrió, confirmando sus sospechas. Frente a él tenía a la debilidad del mandaloriano. Y estaba a punto de desenmascararla.
-Ahora podrías decirme tu nombre, por favor.
La rubia lo miro fúrica, sabiendo que no tenía sentido guardar lo que él ya sabía.
-Priya Maximoff —respondió sin titubear.
En ese instante, la puerta volvió a abrirse, a lo que él moreno nos apuntó con el sable oscuro. Del otro lado, Din lo apuntaba con su blaster.
-Baja el arma —ordenó Moff Gideon, a lo que el mandaloriano acató, para luego patearla hacia el primero.
-Interesante chica la que tienes, Mando —dijo mientras ponía un mechón detrás de mi oreja, provocándome un escalofrío.
-No la toques —soltó furioso Din.
-Tranquilo, solo encontraba fascinante la historia de Priya. Aunque hay algo que no me cuadra —explicó comenzando a caminar en círculos alrededor nuestro.
-Chica del planeta tierra que pierde a sus padres a manos de invasores, es llevada de orfanato en orfanato; para luego al cumplir la mayoría de edad y escapar. Hasta que un día conoce a un mandaloriano, y bueno, creo que ya sabemos el resto...
Yo miraba a Din conteniendo la respiración, y creo que él hacía lo mismo. Lo único que queríamos era largarnos de este lugar con Grogu a salvo.
-¿Pero, no te preguntaste por qué esas cosas en sus manos?
-Crees que no se quien es mi esposa, y tratas de asustarme.
Mire hacia abajo, mordiendo mi labio inferior. Gideon volvió a sonreír al ver mi reacción.
