3. Atrevimiento.

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En un jardín de niños trabaja una joven, aquella joven apenas acaba de cumplir sus diecinueve años. Recién salió de la secundaria y tiene planes de estudiar en una buena universidad, por ende decidió trabajar por un tiempo para poder ahorrar un poco de dinero y quizás tal vez optar por una beca, teniendo en cuenta que la joven es de excelente calificaciones.

Su nombre es Lauren, a ella le gusta mucho los niños. Es tan amable y cariñosa con ellos, pero quizás no sea así con las demás personas, pues es de un carácter rudo y antisocial. Lauren es especial, tiene cualidades en su cuerpo que desafiaron la genética, pero eso es otro tema...

Lauren pov

-Vamos niños, ya casi se aproxima la hora para ir a sus casas con sus padres-

El grupo de niños que tenía frente a mi gritó como locos. Muchos feliz porque ya se iban, y otros queriendo quedarse a jugar un poco más conmigo.

Me gusta mucho mi trabajo, aunque solo tengo unos meses aquí, corrí con suerte de que me contrataran ya que ésto es un poco exigente dado a que aquí los niños son de padres ricos y millonarios, aunque hay algunos que no son de un estatus tan alto pero si medio.

-Lauren- Escuché una voz conocida detrás de mi. Me giré y allí parada estaba mi jefa y directora de todo el lugar.

-Si?-

-Te toca llevar tres niños hasta su casa- Ella dijo con una leve sonrisa. -Te lo propuse a ti porque eres la más sensata y más... no lo sé, confío en ti. Lo puedes hacer? Si no quieres le digo a alguien, es que el chofer tuvo una situación y se retiró temprano-

Sonreí y negué.

-Puede estar tranquila, yo los llevo. Tampoco tenía que darme explicaciones, estoy para cumplir órdenes pero de todos modos muchas gracias-

Ella sonrió.

-Eres tan adorable, me agradas mucho- Me guiñó y me sonrojé.

-Y bien, cuáles son los angelitos que debo llevar?- Pregunté con una sonrisa.

-Arthur, James y Angelica- Volvió a sonreír.

-Ou!- Me limité a decir mientras ubicaba a cada uno de ellos.

Esos tres niños son de padres con mucho dinero, y tengo una amistad con los tres que es bastante especial, en especial con Arthur.

Alrededor de veinte minutos después estaba acomodando a los niños en la minivan, ellos reían y hablaban con mucho ánimo.

Parece que las energías de ellos nunca acaban.

Subí a mi puesto y me aseguré de que ellos estuvieran con la seguridad adecuada, una vez que lo comprobé encendí el auto y con él el GPS. Analicé las ubicaciones, la casa que más lejos queda es la de Arthur, así que llevaré a James y Angelica primero.

-Están cómodos niños?- Pregunté.

-Si!- Gritaron al unísono.

Sonreí.

-Y qué quieren escuchar?- Volví a preguntar elevando un poco la voz a un tono emocionado, para que ellos se pusieran eufóricos.

-Rap!- Dijo Arthur.

Solté una carcajada mientras conducía.

-No Arthur, eso es horrible- Escuché a Angélica decir.

-Y por qué es horrible? Eso es bueno, verdad James?-

-Si Angelica, es bueno-

Pero Angelica seguía negando.

-Quiero escuchar algo bonito-

One Shots (Camren g¡p) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora