One Shots (Camren g¡p)

5. Obsesión enfermiza.

Lauren pov

Aveces me pregunto por qué he permitido que mi obsesión enfermiza haya llegado tan lejos. Es tan enfermizo porque una persona normal no sentiría esa clase de placer. Yo podría estar en prisión justo ahora, pero no he corrido con la suerte de que alguien me descubra.

He buscado ayuda psicológica y la tengo, pero ni eso parece ser suficiente para detenerme, nadie nada más que mi psicóloga sabe de eso.

Soy una mujer casada, tengo una esposa maravillosa, estudié idiomas en la universidad de Harvard, no tengo hijos y ya estoy envejeciendo. Tengo treinta y ocho años, aún sigo joven... dicen.

Estoy fuera de la escuela secundaria del centro de Miami, técnicamente no tengo nada que buscar aquí. Solo detuve el auto para mirar a los jóvenes salir de la escuela.

Mi vista se enfoca en una jovencita muy hermosa que está siendo acompañada por dos jovenes más, las tres están riendo y se detienen en la entrada de la escuela.

Se me hace difícil no apartar la mirada de esa jovencita, me gusta como le queda el uniforme. Éste está conformado por una falda de cuadros y una camisa blanca, muy fantasioso.

Ellas tres se separan, toman camino distintos. Sigo con la mirada a aquella jovencita. Decido acercarme a ella, cuando estoy a una distancia prudente bajo la velocidad y la ventanilla del auto.

-Hola- Mi voz salió tranquila y pacífica, a pesar de que en mis adentros estoy nerviosa y preocupada.

Lo que queda de mi cordura me grita que no haga esto porque está muy mal y podría hacerle daño a ella.

La chica no me hizo caso y apresuró su paso.

-Necesito ayuda por favor-

Otra vez me ignoró y ésta vez cruzó la calle. Sin más remedio estacioné el auto y seguí sus pasos sin decir palabra alguna. Después de dos minutos ella se giró de golpe y me encaró.

-Deje de seguirme por favor-

Escuchar su voz fue placentero, jamás me imaginé que ella sería portadora de una voz angelical y preciosa. Mis ojos se fijaron en sus facciones, es mucho más linda de cerca. Rasgos finos y delicados, ella no es blanca pero tiene un color de piel hermoso, su pelo de color marrón llega a su cintura, sus labios son apetecibles, sus ojos color chocolate son un paraíso. Traté de mantener la vista solo en su rostro, no podría pasearla por su cuerpo porque ella se asustaría.

-Yo... solo quiero ayuda, soy nueva aquí y no sé donde estoy- Mentí con descaro. Si hay alguien que conoce Miami con ojos cerrados soy yo, Lauren Jauregui.

Ella retrocedió un paso y me miró con vacilación.

-Qué quiere?- Preguntó.

Mi mente respondió esa pregunta en automático. La respuesta es simple, la quiero desnuda a mi merced.

Pero de mi boca no salió nada.

Miré a mi alrededor comprobando que mi auto no estuviera tan lejos.

-Saber como puedo llegar al centro comercial-

Ella enarcó una de sus cejas y me miró de arriba a abajo.

En la misma posición en la que estábamos ella me explicó el camino que ya sabía de sobra.

-Una cosa más jovencita, sabe si en su escuela solicitan un profesor de idiomas?-

Su ceño se frunció y pareció pensarlo por varios segundos.

-Para su suerte están buscando un profesor de francés, nuestro profesor está de licencia y se necesita a alguien con urgencia-