7 Llanus

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Su cuerpo reposaba sobre la madera del muelle en plena madrugada, el oleaje rompía levemente contra los maderos que soportaban el puente, su cuerpo mojado recuperaba una forma humanoide entre dolorosos quejidos.

Resollando mantenía su existencia a duras penas en medio de la oscuridad. El frío se asentaba en su cuerpo y lo entumecía, pero no sentía nada, después de todo había decidido abandonarlo todo y entregarse por completo al mal.

Soltó un grito ahogado al toser y luego empezar a levantarse poco a poco, se dirigía por el camino tambaleante y hambriento, se había mentido asimismo para poder llegar a dónde estaba.

Respiro con fuerza, arqueo la espalda y observo frente a él a varios jóvenes que salían de un yate.

La brisa marina soplaba con sutileza y contribuía al frío inclemente, su cuerpo se estremeció.

De un momento a otro, mientras creaba fricción entre sus brazos, segregaba saliva desmesuradamente como una bestia que esperaba ansiosa a sus víctimas.

Contrajo todas sus facciones alrededor de su boca al escuchar un alarido.

— ¡Esta desnudo!—Grito Alarmada.

Eran cinco jóvenes, dos chicas hermosas y cinco jóvenes aparentemente adinerados.

— ¡Edwin no te acerques podría estar drogado!—Advirtió el joven a su lado.

Edwin ignoro por completo su advertencia y camino hasta el joven desnudo.

— ¿Estas bien?—Pregunto con preocupación.

La silueta del joven desnudo fue alcanzada por el brillo de la luna y en la oscuridad de la noche sus ojos brillaron de color amarillo.

Le tomo segundos terminar con sus vidas, delatarse con su sangre y no dejar rastro alguno de sus cuerpos, su cuerpo había recuperado la calidez y poco a poco volvía la cordura.

—Solo necesitaba ingerir almas vivas—Inquirió entre susurros al colocarse las prendas ensangrentadas.

Limpio hasta la mínima fracción de tela que logró visualizar mientras esperaba el amanecer, pudo haber dejado los cuerpo de los cinco chicos sin almas, pero en su lugar degluto hasta el último hueso de su cuerpo, había probado por primera vez en su vida a los humanos y mientras reposaba sentado en la orilla del muelle, observando la silueta radiante del sol saliente, se ofuscaba un poco su vista se dio cuenta de que no le gustaba no sensación de los mismos

Tosió un poco mientras se acomodaba la chaqueta con pelusa en el borde del cuello y notaba que poseía la apariencia de un piloto de avioneta clásico, cerró los ojos al sentir a la brisa matutina de la mañana y sonrió irónico.

«No creí que este mundo estuviera tan lleno de luz» Pensó con entusiasmo.

Y recordó claramente las órdenes de su príncipe iracundo.

"¡DEBES DECUBRIRLO TODO!".

Suspiró.

—Es mucho trabajo—Mascullo.

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— ¿Qué le parece señor? —Pregunto con amabilidad mientras le servía un Martini.

Lucifer miro disimuladamente la cabaña, se había dirigido al porche a refrescarse, pues le parecía una enorme caja de cristal, la amplia cabaña en el bosque poseía sala, comedor, terraza, chimenea, cinco habitaciones y dos baños, una sala de juegos y un lago. Mefisto la había elegido meticulosamente para las escapadas de Lucifer, pero el diablo no parecía estar muy a gusto en el idóneo lugar.

Lucifer esta enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora