—Señor es sábado—Anuncio Mefisto mientras abría las cortinas de la habitación de Lucifer.Lucifer se acomodó en la cama y miro los rayos de sol entrar, se le dificultaba recuperar la visión tan rápidamente, debía primero familiarizarse con el nuevo ambiente al que Mefisto lo había expuesto en cuestión de minutos.
—Dormí desde el jueves hasta hoy, es perfecto—Revelo al girarse en la cama y soltar un gruñido.
Mefisto se acomodó los guantes blanco en sus manos y luego respiro profundo, recordó claramente que mucho antes de que Aniel y Llanus pasaran hacer parte de su vida, Lucifer vivía de esa manera, solo y agobiado, encerrado entre cuatro paredes de una amplia habitación, moría cada noche y resucitaba días después de haber tenido alguna aventura clandestina, era como un adicto a las drogas o al alcohol sumido en su perdición.
En muchas ocasione Mefisto logro sacarlo de sus condiciones deplorables, alimentarlo con energía adecuada y animarlo a existir, pero su "ego" se quebrantaba después de estar cerca de Lilith, volvía al abismo del cual tanto le costaba regresar y finalmente, volvía a ser maldad pura en un mundo siniestro y retorcido.
"Debí evitar que fuera tras ella, como el señor Llanus me encomendó" Pensó lleno de curiosidad.
—Si señor cumplió con su reposo para la recuperación adecuada, cada vez su cuerpo es más intolerante a la maldad—Se burló al llevarse una mano al mentón— ¿O es acaso que pasar tanto tiempo con los puros y angelicales de sus hermanos lo han ablandado?—Pregunto Mefisto al mirar el rostro ensombrecido de su amo.
Lucifer se levantó de la cama y se sentó en la orilla, su cuerpo tenia las marcas de los surcos en las sabanas plasmados, sus ojos estaban somnoliento y su cabello enmarañado.
—Cada vez me siento como un muñeco de porcelana al borde de una mesa—Confeso—En cualquier momento caere de la mesa y me romperé, no habra fuerza en el mundo que me salve de esa caída y algo muy malo en mí se liberara—Explica severo al estirarse indiferente y caminar al baño.
Mefisto se quedó tieso, nunca antes había escuchado una metáfora tan bien elaborada como esa, parecía más una profecía, hacia tanta alusión a un evento futuro con un aviso anticipado de perdición.
—No creo que sea un muñeco de porcelana, creo que es uno de acero pesado que terminara rompiendo el suelo si cae—Susurro malvado al salir de la habitación.
Lucifer secaba su cabello frente al espejo, pudo escuchar con claridad cada palabra que Mefisto pronuncio y una parte de su ego se agito, tal vez era cierto que podría destruir todo a su paso, después de todo el mismo se encargó de arruinar su relación con su padre.
Su bello rostro había recuperado la vida luego de un baño rápido en la ducha, se sentía aliviado, pues solo había soñado con la inmensa oscuridad sin parar desde que se sumió en un reposo celestial.
«Dormí muy poco, debí tomarme más tiempo, pero supongo que si deseaba levantarme a horas como estas» Pensó un poco confundido.
Salió del lugar desnudo y camino por las escales hasta el patio, había personal humano trabajando en el jardín trasero para elaborar la decoración de la fiesta, había empezado desde muy temprano y Mefisto se había encargado de llevar a cabo todo el procedimiento.
Camino desnudo hasta la salida y la única tela que podría cubrir una parte de él, era el paño que se encontraba alrededor de su cuerpo.
— ¿Dónde está la fuente de hielo que pedido dedicada a mí que pedí? —Intervino con recelo al observar que su escultural figura no se encontraba plasmada en ningún lugar del amplio patio.
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Lucifer esta enamorado
RomanceHISTORIA ‼️+18 . . . TODOS LOS DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS. . . . Su idea del amor siempre ha sido una melodramática demostración de estupidez, por la cual pasan todos los seres mortales, nunca se le paso por la mente de que en algún momento esa me...