23 Lucifer

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No tenía idea de que la silueta de su rostro en la oscuridad podría encantarle a esos extremos, al igual que la calidez de su cuerpo.

«Si pudiera pasar todas las noches contigo...»Pensó extasiado.

Adele se deslizó lentamente entre los brazos de Lucifer, el corazón de él latía incesante y su libido resonaba en cada parte de su cuerpo.

Poco a poco intento recordar el por qué, del comportamiento tan irracional de Adele.

La miró con ternura mientras la sábana los cubría a ambos y el cachorro se acostaba a la espalda de la chica.

« ¿Así se siente tener más que sexo?» Se preguntó abrumadora, pues siempre tenía encuentros sexuales, más no esa demostración de afecto tan poco prudente de su parte.

Jadeo un poco al cerrar sus ojos y sentir el abrazo de Adele a su torso desnudo. Lucifer se había quitado la camisa azul que cargaba bajo el suéter porque acostumbraba a dormir sin ella.

Adele entre abrió los ojos y luego escondió su rostro en el pecho de Lucifer.

«Esto es muy tentador» Pensó fascinado.

La alarma del teléfono sonó y la mano de Adele empezó a palmear el hombro de Lucifer, buscando el teléfono que alertaba que ya empezaba a amanecer.

— ¡Estúpida alarma!—Exclamo al acercar su rostro hasta el de Lucifer, aún tenía los ojos cerrados y el calor del cuerpo de él la hacían sentir tan cómoda que aún no se percataba de su presencia.

Lucí la miró con dulzura al apagar la alarma por ella y volver a abrazarla.

Adele abrió un poco los ojos y acercó sus labios a los de él.

Lucifer abrió bien los ojos, lleno de impresión, tentado a dar un beso, pero se detuvo y alejo un poco su rostro, sabía que la reacción de Adele no sería la mejor.

« ¿Aún no sé ha dado cuenta?» Se preguntó al verla acomodarse en la cama.

Adele tardó un largo rato en centrarse en Lucifer, para cuando percibió al Adonis en su cama su corazón casi se había tenido.

Soltó un chillido y empujó a Lucifer de la cama.

—El suelo es incómodo—Confeso al caer sobre el alfombrado peludo blanco.

Adele se sentó en la cama mientras el cachorro ladraba y luego corrió a encender la luz.

— ¡Qué haces aquí!—Le grito impactada.

Lucifer se levantó con el torso al descubierto bien marcado y sus casi 1,87 metros de altura que se comparaban a los de su hermano, para poder sobar su cabeza por el impacto y mirar a Adele desconcertada.

—Me dijiste anoche que me quedara contigo—Argumento al sentarse en la cama.

Adele tocó su pecho, su cuerpo olía a Lucifer, un perfume de hombre caro se mezclaba con su aroma y sus pensamientos nublados la hacían entrar en negación.

—Yo no recuerdo nada de eso, dejo estar ebria—Renegó al quitar la vista de Lucifer.

Lucifer se acercó, luego se acercó a ella y beso su frente, mientras buscaba su camisa.

—Tranquila no pasó nada—Aseguro—Ya sé que estás bien, puede irme con tranquilidad—Sereno mientras buscaba su camisa para vestirse.

Su cuerpo estaba lleno de algunos extraños tatuajes que nunca había visto. Adele lo miro con detenimiento, sus piernas temblaban un poco y todo ello debido a la enorme impresión que le causaba.

Lucifer esta enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora