16 Lucifer

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Aniel jugaba bajo las escaleras de la planta de abajo, había anochecido y Llanus se encontraba buscando leña para encender la chimenea, estaba solo a unos metros de distancia de la entrada, pero por algún motivo sentía una extraña presencia, cada noche, mañana y atardecer se llevaba consigo a Aniel al intersticio para no dejarla sola en la cabaña, después de todo había pedido a Mefisto que ninguno de los demonios que los vigilaban estuvieran en el lugar.

Por un momento se arrepintió un poco, aunque estaba acostumbrado a cargar con la responsabilidad de Aniel por el mismo.

Desplego sus alas listo para dirigirse a la entrada y llamar a su hermana, estaba seguro de que se entretendría más el limbo que jugando bajo las escaleras con los conejos que había adoptado.

Aniel tarareaba una melodía de Chopin conforme caminaba hacia afuera de la cabaña, el suelo estaba algo resbaloso porque Llanus recientemente lo había limpiado, pero Aniel patinaba lentamente sobre el con los conejos detrás.

Se detuvo al escuchar un murmullo tras ella, giro lentamente hasta donde el sonido se encontraba y lo miro parado frente a ella, un hombre con traje blanco y una máscara blanca como el rostro de una oveja.

—Aniel—Susurro al tomar los bordes de su máscara.

La niña ladeo el rostro confundida y sonrió creyendo que era algún tipo de broma de Llanus.

—Llanus ya basta de juegos Jejeje—Se rio nerviosa.

El enmascarado se acercó hacia ella y se quitó la masca.

Aniel grito con fuerza y un destello de luz se manifestó en todo el lugar.

—Ahhh.

Llanus pudo escuchar su grito claramente, corrió adentro de la cabaña.

+++

Los ojos de Adele se habían fijado en la mano de Lucifer, el hombre robusto que la había guiado hacia ese lugar privado dio una reverencia y se retiró.

—Tengo un mal presentimiento sobre esto Adele—Susurro Payki ocultándose en el bolso.

—Investiga—Susurro al dejar el bolso sobre un mueble y caminar al balcón.

Ignoro la mano que Lucifer estiraba hacia ella y se alejó tres metros de él, miro hacia afuera del balcón y entendió que el único motivo por el cual se encontraba arreglándose en ese lugar era porque desde allí donde se encontraba las personas se veían tan insignificantes, podía ver desde las mesas hasta el porche que simulaba un escenario, era muy temprano y el anfitrión aún no se mostraba por ningún lado, solo Mefisto llevaba a cabo la organización, todos bailaban al son de la música y cotilleaban sobre Lucifer.

Desde donde se encontraban difícilmente podrían verlos, era un sitio oscuro y alto, todos habían posados sus ojos en la banda de jazz que se encontraba en un costado del jardín. Mientras todos deseaban verlo, Adele tenia pase vip a él, por desgracia.

Se sentía como una oveja en el bosque rodeada de lobos feroces.

—Disculpe mi impertinencia, deseaba verla primero antes de presentarme en la fiesta—Hablo con dulzura.

Su cuerpo le parecía familiar a Adele, no lograba percibir ni una pisca de maldad o si siquiera algún poder extraño en él. Parecía estar ocultando a simple vista todo su ser.

—Si logre notarlo...pero no entiendo su interés en mí, es un poco descabellado que un hombre como usted se fije en alguien como yo—Informo petulante al darle la espalda—Si tiene intenciones más allá de la amistad le advierto que se enamorara solo—Increpo.

Lucifer esta enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora