Noche de Juegos - Spreeckity

Capítulo VI: Welcome to my game

No podía dormir, escuchaba pisadas rápidas en el piso de abajo. La habitación a su lado era la de Quackity y estaba completamente en silencio. Escuchaba varios pasos, contó aproximadamente a seis personas. No escuchaba disparos, ninguna alarma se había activado. Sarah y Dayana estaban en silencio, sus guardias no le habían comunicado nada.

Todo era demasiado sospechoso, quería negar y creer que todo era parte de su paranoia, no quería aceptar que las cosas se estaban saliendo de sus manos.

Pero la vida le dio un trago de realidad, cuando de repente una puerta cerca de él fue pateada y varias personas entraron al cuarto de enfrente.

Inmediatamente se levantó de su cama y con mucho cuidado y silencio sacó un arma de su gaveta, la recargo y se escondió en un armario.

La siguiente puerta en ser abierta fue la de al lado, se escucho como Quackity se sorprendió y seguido se escucho un disparo. No tenía nervios, simplemente no quería tener confrontaciones tan noche porque quería dormir.

La siguiente puerta en abrirse fue la suya, las personas entraron e inmediatamente sin darles tiempo les comenzó a disparar en la cabeza, cayendo todos al suelo.

Quackity estaba siendo cargado por un hombre que lo tenía inmóvil con cuerdas y amordazado, al morir el hombre lo termino soltando, dejándolo caer al suelo.

Spreen se acercó a él y lo desato.

—. Gracias Spreen – agradeció el más bajo, para luego en un movimiento rápido apuñalarlo en las costillas —. Pero no debes confiar así de fácil.

Spreen se separó y se dejo caer lentamente en el suelo, reclinado en la puerta de la habitación. Quackity se levantó del suelo y dio un chiflido, inmediatamente más hombres subieron.

—. Llévenlo a su oficina subterránea y cúrenlo allá – ordeno, los hombres acataron inmediatamente.

Spreen le dedicaba su peor mirada mientras lo intentaban cargar —. Perdón, cariño. Pero ya sabes como son estos trabajos – le habló Quackity, Spreen no pudo responderle, cayó inconsciente antes de que alguna palabra saliera de su boca.

Sus ojos se abrían poco a poco, frente a él estaba Quackity hablando con una sonrisa, y a sus costados se encontraba Dream y un desconocido.

—. Oh, vaya, al fin despiertas – habló Quackity, dedicándole una sonrisa.

—. Oh, guys. I have an idea, what if we torture him? – habló un pelinegro al lado de Quackity.

—. Tranquilo George, tendremos mucho tiempo para pensar en qué hacer con él – habló Dream.

—. Hi, Spreen. Welcome to my game – habló Quackity, acercándose a Spreen hasta quedar frente a él.

El argentino se encontraba sentado en el suelo, con sus manos atadas en un poste detrás de él.

—. Un amigo tuyo nos dijo que antes solías usar este lugar para torturar y que podías tener juguetes muy lindos – comento Quackity, se dio la vuelta y salió del lugar.

Spreen trato de soltarse, más no pudo por las fuertes cuerdas —. Las cuerdas que tenías en este lugar son buenísimas para estos casos. Fuertes y fáciles de manejar, casi que te pido que me hagas más de estas – habló Dream —. Pero dudo que vivas para poder hacerlas.

Spreen no mostro reacción alguna, respiraba lento para calmar su cuerpo y pensar en frío.

—. Hi guys – saludo Quackity, entrando devuelta con una caja en sus manos —. Spreen tiene juguetes de tortura sádica y tortura real.