No sabe cuántos días han pasado, o cuantas semanas han transcurrido. El cuarto en el que estaba encerrado cada día era más frío y oscuro. Lo que comenzó como una habitación iluminada, con calefacción y ventilada; se tornaba fría, oscura y con escaso aire.
Spreen no decía nada cuando llegaban a interrogarlo, lo que terminaba mal para el pelinegro, quien era golpeado hasta la inconsciencia.
Quackity era quien llegaba a interrogarlo para saber todo lo que sabía del caso de Rose y que fuera más específico, pero Spreen siempre lo ignoraba. Quackity termino sin paciencia y en una de las tantas lo mando a que lo torturaran ahogándolo.
—. Cada día que pasa agotas más mi paciencia – hablaba Quackity, viendo a Spreen sentado en aquella silla con la cabeza gacha y los brazos atados a su espalda.
—. Chúpame la polla entonces – le respondió con una risa ronca.
La escasa agua que le daban no era suficiente para saciarlo, sólo lo salvaba de morir.
Quackity empuño sus manos y le proporciono un golpe en la mandíbula —. Spreen, no quisiera terminar matándote a golpes. Así que colabórame y responde mis preguntas.
Spreen no soltó ni siquiera un quejido, se quedó con la cabeza gacha y sin decir nada. Quackity chasqueo la lengua, estaba a punto de irse pensando que había malgastado un día más interrogándolo, pero fue detenido por la voz del más alto.
—. ¿Qué quieres saber? – preguntó Spreen, haciendo que el pelinegro se girase a verlo.
—. ¿Cómo sabes que estaba loca? – preguntó sin especificar.
Spreen pese a eso supo inmediatamente a quién se refería. Suspiro pesado y lo miro de pies a cabeza.
—. Tienes el mismo cuerpo de puta que tenía ella – se burló, fastidiando a Quackity —. Aparte de violar a mis hombres, asesinar a unos cuantos y comerse a sus bebés, no sé qué más evidencia quieras de que estaba loca.
Quackity no dijo nada.
—. Quizá necesitas saber el origen de su locura, quizá tú no la conociste así – habló, llamando la atención de Quackity.
—. Y-yo nunca la conocí – respondió —. Nunca conocí a mis padres, fui criado prácticamente por Dream y George. Un día me hice exámenes de sangre y salió positivo con una mujer que se registró en ese hospital antes. Investigué de ella y descubrí que se fue del país tres días después de mi nacimiento. Que se alojó en Argentina y que estuvo varios años ahí.
Spreen no entendía la línea de tiempo de como eso era posible.
—. Me enteré que falleció asesinada por un narcotraficante. Investigué más y di con tu nombre. Tú tenías diecinueve en ese entonces, eras adicto a las apuestas, las mujeres y tenías una reputación terrible como persona. Se supone que se conocieron y fueron pareja, pese ella ser veinte años mayor que tú.
Spreen entendió esa línea de tiempo, dándose cuenta que en realidad nunca supo la edad de aquella mujer. Digamos que cuando hablaban no era para conocerse.
—. Sólo me entere que fue asesinada por tus propias manos – finalizó Quackity.
—. Sí, yo la mate – confesó —. Y en ese entonces me arrepentí mucho, puesto que ella era la poseedora de la formula.
Ante la última confesión Quackity quedo impactado.
—. Ella me enseñó a hacerla, ella me indujo a consumirla. Me di cuenta de cuanto mal me hacía y dejé de consumirla, ella nunca la soltó. Hablaba de como un tal Dream y George siempre la amenazaban, dijo que tuvo un hijo de uno de ellos y cuando nació ella se fue porque no soportaba las amenazas de muerte que recibía.
Quackity quedo helado, totalmente impactado.
—. Todos los días bebía para olvidar al hijo que dejo, cayó en una locura extrema a tal punto que ya no pude ayudarla con nada y la encerré en el laboratorio donde se hacía la droga. Ella consumía tantas dosis de esa droga que quedo completamente loca, sumida en una depresión y ansiedad terrible. Me rogo que la matará muchas veces, pero nunca lo hice, porque de cierto modo, yo sabía cuánto dolía dejar a quien amas sólo por amenazas. Como no la mate, ella se suicidó. Digo que la mate yo, porque siento que pude haberla ayudado más.
Quackity no dijo nada en un buen tiempo, solamente observaba como Spreen de repente tenía los ojos llorosos.
—. Tú... - no habló más, simplemente se giró y salió de la habitación.
Spreen se quedó en silencio también, observando cómo se iba. Una vez fuera, comenzó a sentir el dolor de los golpes. Su cuerpo siempre reaccionaba al dolor cuando sus ojos ya no veían ningún enemigo cerca o el causante de este.
Estando en la soledad pudo sumirse en el recuerdo de sus pensamientos. Rose fue más que su tutora en el mundo del narcotráfico, la considero su hermana mayor. Y pese a todo lo que vivieron juntos, no pudo evitar que se suicidará. Altero toda la historia para que no pensarán que tuvieron una relación cercana y así hacer que nadie más se entrometiera, para ya no volver a sufrir con la partida de nadie más.
Quackity caminaba lento por los pasillos de aquel lugar, arrastraba sus pies y miraba al suelo sin saber que pensar o cómo actuar.
En el camino se encontró a Dream de frente.
—. ¿Dijo algo? - preguntó.
Quackity no supo cómo reaccionar al verlo luego de lo que le contó Spreen.
—. Nada - respondió, sintiendo sus ojos repentinamente llorosos.
El comportamiento no fue sospechoso para Dream, puesto que desde hace días andaba llorando el pelinegro por lo que estaba sucediendo con Spreen y Rose.
Mientras, Quackity no sintió igual el abrazo de Dream, no sabía sí él era su padre o George, no sabía nada de ellos, sentía que estaba con desconocidos.
Aunque, ¿debería confiar en lo que le confesó Spreen?
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Noche de Juegos - Spreeckity
FanficWelcome to the grand opening of soldi! The opening to the best casino in Las Vegas. My name is Quackity, but you can call me Mister Q. I'm the owner of this casino and I will be happy to receive you. •°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°• ...