Prólogo

65 4 3
                                    


Aplaudo con fuerza cuando una pareja se baja del escenario después de cantar en dúo una canción de Taylor Swift.

Por puro azar he entrado en este bar cuando volvía para casa.

Es un bar como otro cualquiera, con una barra y mesas, pero también tiene un escenario en el que cualquiera puede subir a cantar o a tocar un instrumento.

No sé quiénes serán los dueños, pero el lugar cuenta con una decoración vintage, con guitarras, discos de vinilo y portadas de álbumes colgados en las paredes. También hay de decoración reproductores de música antiguos.

- Hola. – se escucha la voz a través del micrófono de un chico que parece de mi edad.

El chico en cuestión está sentado en una silla con una guitarra apoyada en el regazo y un micrófono delante.

Al estar lejos solo puedo ver que tiene el pelo oscuro, pero no consigo distinguir otros rasgos suyos.

El chico se aclara la garganta antes de empezar a tocar los primeros acordes de una canción que me sé de memoria.

Es mi canción favorita, y la de mi hermana Lana. Se trata de Youth de Daughter.

Sonrío cuando este chico empieza a cantar la letra de la canción, y al escuchar que canta tan bien no puedo evitar acercarme un poco.

Me paso todo lo que dura la canción mirándole ensimismada.

Realmente este chico tiene un don para la música, su voz cuando canta parece capaz de llevarte a otra galaxia.

Y no sé si es una sensación mía, pero más de una vez nos quedamos mirándonos el uno al otro.

Así que cuando termina la canción y él baja del escenario, no puedo evitar acercarme a él.

Está guardando su guitarra en su funda, cuando levanta la cabeza al sentir que hay alguien cerca.

Por un momento, casi diría que parece asustado. Como si tuviera miedo de lo que voy a decir o hacer.

- Tranquilo, – digo con las manos en alto –. No soy una fan loca de esas que se tatuarían tu autógrafo en su culo.

Él ríe, negando con la cabeza.

- ¿Qué te hace pensar que tengo fans? – pregunta ladeando la cabeza, divertido.

Su voz grave parece que se suaviza un poco más que cuando canta.

Me acerco un paso más.

Ahora puedo ver que tiene los ojos de un azul oscuro.

- Cantas muy bien.

Entrecierra los ojos, inseguro de si creerme.

¿Por qué tiene dudas?

- Lo digo de verdad, cantas muy bien.

Ahora parece que se sonroja un poco.

- Tampoco es para tanto. – dice encogiéndose de hombros.

- Creo que es el mejor cover que he escuchado de mi canción favorita.

Si antes lo parecía, ahora puedo asegurar que sus mejillas se sonrojan de una manera muy adorable.

- Gracias. – dice evitando mi mirada.

Le tiendo la mano.

- Me llamo Chloe. – me estrecha la mano.

- Yo Ethan. – dice con una sonrisa algo tímida.

***

Nos pasamos horas en el bar charlando y riendo, hasta que me doy cuenta de que es muy tarde.

Esta noche he descubierto que este chico llamado Ethan es un chico bueno, tranquilo, algo curioso y algo hablador.

Me acompaña hasta la puerta del taxi que he pedido, ambos con una sonrisa en la cara.

- Ha sido un placer, Chloe. – dice con las manos en los bolsillos de sus pantalones.

- Igualmente, Ethan. Asegúrate de que el mundo escucha esa voz que tienes.

- Lo intentaré. – dice revolviéndose el pelo con una mano.

- Y espero que me recuerdes como a tu primera fan cuando ganes algún premio.

Él ríe.

- No te preocupes, te mencionaré si gano algún premio, te lo prometo.

Yo también me río.

Miro por última vez a ese par de ojos azules antes de subirme al taxi.

Es cuando llego a mi casa que me doy cuenta de que solo hemos intercambiado nombres y nada más, y mi sonrisa decae un poco.

Aunque voy a creer que el destino va a hacer que vuelva a encontrarme con Ethan.

Catarsis. Saga Beers and Music #1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora