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—¿Le enseñarías su habitación, Pietro? —Pregunto Wanda tan pronto como la puerta se cerró detrás de Visión.

Lexie y Pietro voltearon a ver a Wanda inquisitivamente.

—¿No vendrás? —Pregunto Pietro, aunque no sonó sorprendido.

—No —negó con la cabeza—, deseo discutir algo con Visión —se encogió de hombros, ignorando la cara de desaprobación de su hermano.

—Les hablare más tarde —le dijo a los dos, saliendo por la puerta antes de que su hermano pudiera detenerla.

Pietro suspiro, sacudiendo su cabeza mientras murmuraba algo en sokoviano.

—¿No apruebas a Visión? —Lexie le pregunto con curiosidad mientras que empujaba las finas sabanas de la cama, levantándose. Se tambaleo un poco al levantarse y Pietro instantáneamente tuvo su brazo alrededor de su cintura, conteniéndola. Lexie salto ligeramente por el contacto, aun sin acostumbrarse a su velocidad.

Una vez que recupero su balance él removió su mano, aunque permaneció cerca de ella, por si acaso.

—Él es una de las creaciones de Stark —respondió Pietro, mientras la guiaba hacia el pasillo en donde se encontraban las habitaciones para invitados. Stark nunca le dijo realmente a donde se suponía que debía llevarla, pero asumió que sería cerca de donde él y su hermana se estaban quedando.

—Sí, pero él también es la primera persona-cosa. Wanda ha mostrado interés por él, ¿estoy en lo cierto? —Cuestiono Lexie, sonriendo ligeramente cuando Pietro la contemplo con cautela—. No te preocupes, no puedo leer mentes. Esa es la especialidad de tu hermana. Es solo que tus emociones están claramente escritas en tu rostro —se encogió de hombros.

Pietro alzo una ceja; esa era la primera vez que alguien le decía que era fácil de leer—aparte de Wanda.

—Estamos aquí —dijo de repente, deteniéndose frente a una puerta que estaba claramente etiquetada con el nombre de la chica—. Debí haberlo sabido... —Pietro se mofo, evidentemente sin sentirse impresionado por la creatividad de Stark.

—Gracias —agradeció Lexie. No estaba tan cansada, pero si necesitaba una ducha y cambiarse de ropa.

Abriendo la puerta de su nueva habitación, estuvo aliviada de ver una caja abierta sobre su cama hasta el tope de ropa. Había una nota pegada al suéter que estaba de primero que decía que había aún más ropa en el closet. Tomando lo primero que vio —unos jeans oscuros, el suéter negro y ropa interior que había tomado de primero— camino hacia el baño.

Ahí fue cuando noto a Pietro en la puerta, incomodo.

—Uh, ¿quieres entrar? —Le pregunto con incomodidad—. Solo iba a tomar una ducha.

—No, no —dijo rápidamente—, solo quería dejarte saber que estaré en la habitación de al lado si necesitas algo —rasco la parte de atrás de su cuello—. Uh, adiós —y desapareció.

Sacudiéndose el aturdimiento, Lexie camino hacia el baño. Ello solo tendría que acostumbrarse a su velocidad y rapidez—sin palabras.




—¿Así que habilidades para sanar y escudarse, huh? —Pregunto Tony, tirando un poco de arándanos a su boca. Lexie lo miro con curiosidad mientras se comía la fruta—. ¿Arándano? —pregunto, notando su mirada.

—No, gracias —Lexie lo rechazo, haciendo que Tony se encogiera de hombros y le ofreciera a Bruce Banner, quien era parte de la fiesta de hoy, junto con Thor.

Inesperado | Pietro MaximoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora