CONTROL (FINNICK ODAIR)

i. ── karmasutra

*ੈ✩‧₊˚
▎CONTROL ▎
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ONE ── karmasutra

you are not responsible
for what was done to you as
a defenseless child

— susan forward

LA BRISA DEL VIENTO ERA CÁLIDA, PARA SER JULIO EL CLIMA ERA FRESCO, usualmente los días de verano eran los mas calurosos, sin embargo, este año parecía todo lo contrario. El 4 de Julio jamás había sido un día de fiesta en Panem, pero en casa mamá amaba hacer la fiesta del año.

Mi familia no desbordaba dinero, pero el hecho de que papá fuera un marinero ayudaba mucho con tener un lindo techo y poca escasez de comida. Aun podía escuchar los gritos de mamá esta mañana cuando mi padre la había reprendido por haber comprado cosas festivas antes de la cosecha de esta tarde. Sebastián Valentine, un hombre alto y rubio, podías apreciar a primer ojo que mi madre había escogido a mi padre por sus increíbles atractivos, estaba segura que en sus años dorados, sus ahora ojos cansados habían expresado el brillo de un fuerte y atractivo joven. Sus ojos azules brillantes eran idénticos al color del agua cuando esta se encontraba revuelta, de no conocerlo por completo la idea de que mi madre lo había escogido tan solo por su belleza seguiría rondando en mi mente; el era mi favorito, siempre me había identificado con él y con su paciencia y amabilidad hacia los otros, papa siempre ayudaba a las personas, era muy conocido en el distrito por su constante ayuda en el área baja del distrito, a diferencia de mamá, el jamás haría gran alboroto por un día como aquel.

Panem era un lugar de miedo para crecer, sino eras lo suficientemente rico o lo suficientemente afortunado para nacer en el Capitolio estabas destinado a vivir una vida llena de miedo y dolor. Mis padres habían sido muy cautelosos con el tema de los juegos, era casi imposible que pudieran ocultarnos aquella situación, mucho mas cuando todos los distritos se encontraban obligados a presenciar aquel terrible show de supervivencia que el Capitolio creía era muy entretenido para los ciudadanos.

Camine con pereza hasta la orilla de playa, la arena se sentía bien contra los dedos de mis pies podía sentir los pequeños granos atravesarse sobre mi piel y la brisa del viento desordenar mi cabello. Lance mis zapatos a mi costado mientras me dejaba caer sobre la arena. Sabía que no había sido buena idea salir corriendo de casa después de la pelea que había tenido con mama.

Lince White era una linda mujer a mediados de sus cuarentas que aun trataba de hacer sentir a sus padres orgullosos a través de sus hijas, mi madre venia de una larga línea de profesionales, mi tatarabuelo y bisabuelo habían sido vencedores de los juegos del hambre, ambos para ahora prácticamente muertos después de años de poca lucidez y locura, ambos habían criado a su familia para hacerlos creyentes de los juegos. Después de ellos, en la familia había habido pocos elegidos, un hijo de un primo lejano de mama se había ofrecido como voluntario a sus 17 años, fue asesinado cruelmente en los últimos minutos por un profesional, sin embargo su estúpida decisión había sido vista como un gran merito por mis abuelos quienes no paraban de repetir a mi madre el honor que seria que alguno de sus hijos y en su futuro nietos fueran elegidos para representar su distrito. Así que por mayor parte de su vida Lince se había preparado para los juegos, unos juegos a los que nunca fue y aunque no aceptara provocaban pesadillas en su mente. Cuando tuve la edad apropiada para ser elegida, en contra de las ideas de mi padre, mi madre me había adentrado a una vida de entrenamiento de defensa personal, asegurando con ello que de ser elegida seria una vencedora y con ello llenaría de orgullo a la familia.