Tanjiro kamado: un chico de 17 años, el está enamorado de tomioka giyuu uno de los pilares, Pero no sé atreve a confesarse y solo se conforma con su amistad, aunque quiera algo más
Giyuu tomioka: un joven de 22 años, es uno de los pilares, tiene pr...
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Suspiro con frustración mientras rebuscada en sus cosas, no encontraba una estúpida venda para ponerse en el brazo.
Había limpiado la sangre con agua y luego limpiaria el piso y su ahori. Primero, necesitaba encontrar una maldita venda.
Toda su habitación era un desastre, ¿Dónde mierda estaban las vendas cuando las necesitaba?
Después de buscar por un buen tiempo, encontró una y se la puso. Suspiro por décima vez y se pasó su mano más estable por el cabello, echando varios mechones hacia atrás y dejando su frente libre.
Estaba sudando, que asco.
Todo esto era horrible, quería morirse rápido.
Se quito la parte de arriba de su uniforme con cuidado, dejando la camisa blanca que siempre llevaba abajo de este. Desabrocho su cinturón y se lo quito.
Hacer esto con una sola mano es más difícil de lo que parece, se lastimo el brazo varias veces, por lo que casi manda a volar su uniforme.
Ya se había quitado parte de su ropa, aún así tenis calor.
Quito tres botones de su camisa blanca y suspiro, ¿Por qué hacía tanto calor?
Salió de su habitación y agarro su ahori que seguía en el suelo, lo examinó y sintió un pulso de dolor nuevamente. Suspiro y lo llevó al patio de su finca, intentaría lavarlo.
Solto una palabrota al golpearse con la puerta mientras salía hacia el patio.
Mientras lavaba su ahori se lastimo muchas veces y termino tirando todo bruscamente, frustrado.
Luego, se arrepintió y agarro su ahori del suelo, colgándolo en un alambre de ropa.
No estaba tan limpio, pero algo es algo.
Volvió a entrar y se sentó en el suelo, pasando su mano por su cara.
Miró la sangre en el suelo y suspiro nuevamente.
Se sentía tan patético.
Sintió que quería llorar otra vez y se esforzó por no hacerlo, pero al final lo hizo.
Que estúpido era.
Seguramente se debe de ver muy patético ahora...
Tenía sentimientos mezclados, sentía la culpa por la muerte de sus seres queridos... y ahora, se sentía traicionado con el pelirrojo.
Y no debería, lo sabía.
No debería estarlo, el no es nada del pelirrojo.
No era la primera vez que le sucedía esto, no era la primera vez que se cortaba, no era la primera vez que lloraba.
Pero sentía que ahora le dolía más que cualquier otras veces, solo pensar en el pelirrojo hacia que su estómago se resolviera y lo impulsaba a sentirse aún más mal consigo mismo.
