Tanjiro kamado: un chico de 17 años, el está enamorado de tomioka giyuu uno de los pilares, Pero no sé atreve a confesarse y solo se conforma con su amistad, aunque quiera algo más
Giyuu tomioka: un joven de 22 años, es uno de los pilares, tiene pr...
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Genya se dirigió a la finca mariposa, ya no le importaba que Inosuke lo siguiera. Solo quería curar las estúpidas heridas que tiene. Por su camino, teniendo en cuenta que es de noche, varios demonios se interpusieron por su camino.
Ambos los mataron con facilidad y decidieron entretenerse con eso, pasando casi toda la noche buscando demonios.
Llegaron a la finca mariposa ya de día, ambos ingresaron. Genya estaba un poco más tranquilo, pero aún le irritaba Inosuke.
Ambos se dirigieron a una de las habitaciones, Genya buscaba a las niñas para que le dieran algo con que limpiarse la sangre seca. Inosuke por su parte, solo no sabia que hacer, así que lo seguía.
— ¿Puedes dejar ya de seguirme? — Genya lo miró irritado, buscando entre los cajones que habían en una habitación.
— No —. A Inosuke le pareció divertido hacerlo enojar, así podrían pelear otra vez.
— Eres un hijo de puta — Genya limpio la sangre seca que tenía con un poco más de fuerza de la necesaria.
No paso mucho tiempo antes de que se irritara aún más por el hecho de tener a Inosuke mirándolo y acabaron peleando de nuevo.
— ¡Deja ya de joder! — Genya había logrado tumbarlo contra el suelo.
Inosuke no se dejaría tan fácil, así que le dio la vuelta para que Genya quedara contra el suelo, estuvieron así por un tiempo, hasta que las niñas entraron en la habitación por escuchar cosas cayendo.
Al abrir la puerta, se encontraron con Genya encima de Inosuke, agarrándo las manos de Inosuke y presionandolas contra el suelo. Inosuke trataba de liberarse mientras aprisionaba a Genya con sus piernas, enrollandola en las caderas de él.
— Eh... ¿Qué están haciendo? — Sumi miro a las otras dos niñas.
— No lo sé, ¿Debemos avisarle a Aoi-San? —
— ¡Están haciendo algo indebido! — chilló Kiyo.
Genya se quedó quieto y miró a las niñas.
— ¿Qué? No, oigan no estam...
No pudo terminar de hablar, las niñas se habían ido corriendo a buscar a Aoi.
Inosuke aprovecho su descuido y lo empujó, apartandolo.
— ¡¿Quién te crees para hacerle eso al gran Inosuke-sama?!
