Con derecho a roce

En mi corazón no hay solo gatos.

El baño estaba en completo silencio, solo eran ellas dos paradas ahí sin decir nada. La pelirroja miraba de vez en cuando de manera distraída a la chica de cabellos teñidos, intentando decidir la manera de iniciar una conversación. Pero no encontraba la manera, vamos, hace unas semanas pensaba en la posibilidad de pedirle que fuera su novia, y ahora no podía iniciar una conversación con ella...que tontería.

-En verdad me sorprendió verlos aquí-escuchar decir algo a la peli azul le sobresalto, fijo sus ojos en el suelo-Realmente me carcome la curiosidad ¿De verdad han vuelto a ser novios?-pregunto curiosa.

-No ¿Y ustedes?-cuestiono, quitando sus ojos del piso para mirar a la otra chica.

-No-respondió de manera sumisa.

-Entonces somos su tapadera ¿No?-comentó de manera divertida.

-Al parecer-respondió- ¿Qué planean? No me digas que en verdad pensaron que me iba tragar lo de las casualidades...Castiel y tu son muy rudos para venir a un lugar como este-le miro divertida.

-Bueno, digamos que es una estrategia-la chica de ojos grises arqueo una ceja-Verás, Castiel planeaba seguir fingiendo; Y seamos honestas, no íbamos a llegar a ningún lado de esa manera-su interlocutora asintió-Así que, use mi cabeza para crear una estrategia ofensiva. Mi principal objetivo es que ellos hagan las cosas bien desde el principio ¿Sabes? A mi parecer, se saltaron varios pasos antes de llegar a donde llegaron-recalco lo obvio-Iniciando con mantener una charla civilizada...aunque no es imperativo que inicien de esa manera, quizá solo necesitan hablar bien las cosas-termino.

La chica a su lado la examino por unos segundos. La idea no era mala y el concepto desarrollado tampoco; pero, algo le hacía pensar que él plan no saldría también como la voleibolista pensaba.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-CDM-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

El guitarrista solo se concentraba de disfrutar de la buena sensación que le daba ese contacto con el rubio. Mentiría si dijera que no había ansiado ese momento. Pero, algo en su mente se puso a recapitular y -por muy extraño que esto suene- razonar ¿No estaba cometiendo los mismos errores de el "pasado"? ¿No era muy pronto para eso? ¿No se estaba volviendo a saltarse "pasos"? Se separó de manera brusca del contacto, su cara estaba pálida y sus ojos estaban muy abiertos.

- ¿Castiel?-llamó el delegado al ver la expresión contrariada del otro. Intento tocar su hombro, pero ante el contacto el otro se alejó de manera precipitada, pegándose más al otro extremo del sofá.

-No te enojes...por favor-comento de manera apresurada al ver la cara ofendida del otro.

- ¿Qué sucede?-se animó a preguntar. El pelirrojo froto su cara con sus manos ¿Qué que sucedía? Ni él lo sabía con exactitud.

-Me siento...culpable-no podía encontrar una mejor palabra... ¿Culpable? Por hacer las cosas mal, quizá por precipitarse...por separarse así de ese beso.

Sin embargo, el blondo empezó a maquinar sus propias teorías. Podía sentir la marea de ideas contradictorias rondar su cabeza, pero una se quedó clavada por completo en su subconsciente.

-Es por Nekotanmi ¿Verdad?-cuestiono.

-...-el pelirrojo le dedico una mirada confundida ¿Neko? ¿Ella qué tenía que ver en esto?...bueno, sí que tenía que ver. Ella fue la que hizo el plan, así que si se encontraba así de confundido era por ella- ¿Si?-contesto más por inercia que por otra cosa. La expresión de dolor que se instaló en la cara del rubio lo confundió aún más.

« ¿Así qué si volvieron después de todo? Y él se siente culpable por dejarse llevar cuando ahora tiene a una linda novia con la cual hacer estas cosas» pensó el ojimiel. Estaría mintiendo si afirmara que no se sentía lastimado y humillado «De verdad no era algo serio ¿No?» Para él solo era confirmar lo que suponía era la realidad.