5

159 20 7
                                    



Eleanor

Ayer fue un día bastante bueno.

La compañía de Evan era lo mejor, siempre estábamos riendo, soñando o comiendo.

Él era de esas personas con las que querías estar todo el tiempo. Una de las cosas que me gustaban era que podías hablarle de cualquier tema y él te escucharía.

Cuando me levanté, lo primero que hice fue lavarme el rostro. Me gustaba la sensación del agua en mi cara apenas me despertaba, no sé, era satisfactorio. Refrescante.

Hasta que caí en la cuenta de cómo carajos llegué anoche a mi cama.

Traté de hacer memoria pero, lo único que recordaba era haberme quedado dormida en el sofá mientras observaba por la ventana, el suave viento en mi cara, y creo que logré escuchar a Evan caminar por la casa.

Hasta que vino a mí un recuerdo de haberme quejado por un jalón de cabello.

Evan.

De tan solo pensar que él me alzó y me llevó hasta mi habitación, hacía que me pusiera nerviosa. Y claro, también había sido algo muy tierno y caballeroso de su parte.

Ay, Dios.

Tenía que mantener la calma.

Me dirigí hacia la cocina para prepararme un café pero, antes de llegar, logré ver un papel en la mesa. Me acerqué, lo tomé y leí lo que decía el papelito.

"Mañana pasaré por ti para que vayamos al lago, ya sabes... para intentar ahogarte ;) es broma. Ahí podremos hablar tranquilamente.

Atte: Peters"

Una sonrisa se asomó en mi rostro.

Ev no especificó a qué hora me iba a recoger. Eran las 9 am, así que para no estar apurada, decidí empezar a arreglarme.

El lago era otro de los muchos lugares a los que nos encantaba ir cuando queríamos hablar de cosas más serias o que eran de demasiada importancia para nosotros.

Tal vez él quería que habláramos de lo que nos pasó en los últimos 10 años, cuál fue la razón para que él desapareciera de la nada y, por supuesto, debía preguntarle cuál había sido la razón por la que perdió sus sentimientos hacia mí cuando era adolescente.

Aún no me creía que tuve una mínima oportunidad con él y nunca me di cuenta.

¿Saben lo frustrante que es eso?

El solo imaginar que mis sentimientos fueron correspondidos pero nunca dichos, dolía.

Después de sumergirme unos minutos en la miseria, fui a ponerme un traje de baño, por si me daban ganas de meterme al agua, unos shorts de jean y una blusa algo grande. Guardé cosas que podría necesitar en un bolso de tela, como bloqueador, algunos dulces, una sábana para sentarnos en ella y una toalla.

Decidí hacerme una coleta ya que suponía que haría calor y creo que había acertado.

Evan estaba tocando la puerta, fui a abrirle y vaya.

Ahí estaba él, con unas bermudas puestas, una camiseta que era de color verde oscuro y unos tenis. También traía consigo un maletín, suponía que traía también su kit para la salida.

Me dio bastante ternura verlo ahí, contento y algo rojo por el calor que hacía. Él sonreía bastante emocionado y eso produjo un cosquilleo en mi estómago.

Una imagen perfecta tenía ahora en mi mente.

—Llegaste.

¿Por qué dije eso? Ni idea.

𝐌𝐄𝐌𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒 𝐎𝐅 𝐔𝐒 | Evan PetersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora