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Evan

—No suenas demasiado convencido de que la amas, Peters —dijo Leah, y dejé de abrazarla. No sabía qué decirle, y estoy seguro de que mi cara lo demostraba.

¿Amaba a Emma?

Claro que sí... la conocía desde hace dos años, supongo que era el tiempo suficiente como para amar a alguien y casarse, ¿no?

—No sé por qué lo dudas, Leah, y si sueno convencido —dije tratando de defenderme.

Ella alzó las cejas, incrédula.

—Estás a la defensiva, Evan —entrecerró sus ojos como si estuviera buscando la verdad en los míos.

—No lo estoy, Eleanor. ¿Por qué lo estaría? - reí nervioso y miré hacia otro lado. Creo que había empezado a sudar —Supongo que dos años son suficientes para luego casarse.

Volví a observarla, con un tono más seguro.

Leah alzó sus cejas como si no pudiera creer lo que decía.

—Mira, no soy quien para juzgar, pero si te casas por el tiempo que llevan juntos y no por el amor que se tienen, deberías terminar eso —en su rostro se notaba esa dulzura con la que dijo esas palabras. —Y sé que dirás que sí la amas, pero sabes que eso no es así...

—Que si la am-

—Cállate.

Me dio un pequeño golpe en el brazo y me quejé falsamente, pero luego siguió hablando.

—Ev, no está bien que te cases de esa manera y lo sabes. —lo sabía en el fondo, pero me costaba aceptarlo —¿Qué es lo que sucede?

Sentí una leve presión en mi pecho, creo que ese había sido mi corazón al escuchar su pregunta.

—No te entiendo, Leah —la observé confundido.

Ella se veía algo nerviosa, pero creo que era normal, tal vez estaba preocupada y no quería verme en un matrimonio infeliz.

—Sé que amas a Emma, pero no en la forma en la que deberías como para casarte con ella —tragué duro —¿Acaso amas a alguien más? —se rió mucho más nerviosa y perdida a la vez.

¿Qué le diría?

La verdad.

—¡Bien! —suspiré, ya derrotado —no estoy seguro de lo que siento por Emma.

—¿Por qué?

—No lo sé, creo que simplemente nos acostumbramos a estar ahí para que la soledad no nos atacara y bueno... supongo que se nos olvidó que debíamos amarnos porque adorábamos todo del otro y no por envejecer solos —eso me producía algo de tristeza pero decidí abrirme —Con Emma nunca he sentido que mi mundo tuviera más color, o que las largas noches se volvieran cortas al estar con ella y su sonrisa. No la amo de esa manera.

Leah tomó mi brazo y lo abrazó.

—Al menos nos tenemos el uno al otro, Peters —me regaló una de sus más bellas sonrisas haciendo que se le iluminara el rostro.

Sonreí automáticamente también.

—Así es... te tengo a ti.

—¿Le dirás la verdad?

—Lo haré, pero no sé cómo - apreté los labios.

—Claro que no sabes, nadie sabe cómo romper su compromiso. Por cierto, ¿cuánto llevan comprometidos?

—7 meses.

—¿Me estás jodiendo?

—Ya sé, dejé pasar mucho tiempo y será peor cuando se lo diga —ella me miraba enojada.

𝐌𝐄𝐌𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒 𝐎𝐅 𝐔𝐒 | Evan PetersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora