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Maratón 4/5

- ¡Exijo saber bajo que cargos han detenido a mi padre! - dice Jon entrando al salón del trono sorprendiéndose al no ver al príncipe heredero sentado en el trono, en su lugar se encontraba la reina Cersei acompañada de su padre Tywin Lannister "mano del rey", su hermano Jaime y parte de la guardia real

Cersei sonríe al niño norteño, sin duda Jon aparentaba más edad de la que poseía, pero a ojos de Cersi él era solo un niño, el cual se veía aún más diminuto estando ella en las alturas del trono de hierro y pensó que tal vez debería de ser ella quién sucediera el trono y no Joffrey como llevaba años planeándolo.

- Ten más cuidado en cómo le hablas a la reina - intervino Tywin

- ¿Dónde está el príncipe Gendry? - pregunta Jon sintiendo la mano de Daenerys sosteniendo su hombro

- Jon por favor - murmura Dany cerca del oído de su prometido - mantén la calma...

- Lord Stark es acusado de regicidio - el maestre Pycelle hace acto de presencia en el salón del trono llamando la atención de todos los presentes - aparentemente el rey Robert fue envenenado... al investigar encontramos el veneno mezclado con su vino y Lord Stark fue la última persona en verlo con vida

- Por lo cual lo hace el sospechoso número uno - interviene Jaime Lannister mirando con burla a la joven pareja

- ¡Mi padre no es un traidor! - exclama Jon - él ama a Robert Baratheon como un hermano ¡él lo siguió a la rebelión sin siquiera dudarlo!

- Debería de haber más de un sospechoso - dice Daenerys tomando a Jon por el brazo - si el veneno estaba en el vino ¿no debería de estar su copero también detenido? ¿con quién estaba el rey antes de que fuera visitado por Lord Stark, quién era el guardia que se suponía de custodiar los aposentos del rey?

Los Lannister miraban a Daenerys como si quisieran matarla en ese mismo momento, Cersei la fulminó con la mirada, al parecer la belleza de Daenerys igualaba su inteligencia y Cersei sabía que una mujer joven hermosa he inteligente podría ser una amenaza, "Nunca te casarás con el príncipe, te casarás con el rey. Reina serás hasta que llegue otra más joven y más bella para derribarte y apoderarse de todo lo que te es querido." recordaba aquellas palabras como si estuviera marcada en su memoria con fuego valirio, Cersei aferró sus manos al trono sin importarle la sangre que salía de sus manos.

- Lady Targaryen tiene razón - Ser Petyr Baelish hace su entrada al salón del trono de hierro - es necesaria una reunión con el concejo - dice el maestre de moneda - maestre Pycelle debe de llamar a los encargados a una reunión, este asunto no puede tardar más tiempo

Daenerys se quedó mirando al hombre, no había compartido nunca una conversación con él, pero la forma en que la miraba a ella o a Sansa no le gustaba para nada y las veces que lo había visto hablando con Lord Stark podía ver la incomodidad en la mirada de su protector, "mi tío" se recordó

- ¿Te crees la mano del rey Peter? - lo cuestiona Tywin

- Nunca osaría a tal atrevimiento milord - responde Petyr - sin embargo, en vista de lo sucedido estará de acuerdo a que tenemos que resolver este asunto lo antes posible para nombrar a un nuevo rey al cual servir

- En eso estamos de acuerdo ser Baelish - Tywin baja un escalón, escondiendo detrás de su cuerpo a su hija sentada en el trono de hierro - en ese caso maestre Pycelle siga las instrucciones del señor Baelish

- Enseguida milord - responde el anciano

- Guardias - esta vez el viejo león mira directamente a los capas doradas - resguarden a los Stark a sus aposentos y manténgalos vigilados, encierren al copero del rey y al príncipe Gendry Baratheon

Los guardias actuaron rápidamente encerrando a Jon y a Daenerys en un círculo, amenazándolos con sus espadas, Jon cubrió a su prometida con su cuerpo y caminaron a punta de espadas hasta sus aposentos.

Al entrar a los aposentos se dieron cuenta que estaban solos, las niñas no estaban por ningún lado y Daenerys pensó lo peor, Jon golpeaba la puerta con sus puños mientras gritaban que lo dejasen ver a su padre, pero todo era en vano.

- Se han llevado a mis dragones... - dice Daenerys desplomándose en uno de los sillones de piel - y a las niñas - sus ojos se llenaron de lagrimas

- Gendry tenía razón - dice Jon sentándose al lado de Daenerys - todo esto fue una trampa

- Y nosotros subestimamos todo y a todos Jon - Daenerys lo mira a los ojos demostrando su tormenta interior - debe de haber una forma de escapar... de hacer llegar la noticia de la captura de tu padre al norte...

- No hay manera en que podamos salir de aquí Dany...

Ambos se quedaron en silencio, Daenerys se retorcía las manos, sus pensamientos eran un constate tormento en ese momento, su conversación con Eddard Stark y los sucesos previos a aquella confesión eran un constante martirio, porque si la verdad se llegaba a saber en aquellas circunstancias estaba segura de que su cabeza descansaría en una pica, adornando los muros de la ciudad.

Jon por su parte la miraba completamente preocupado, estaba asustado, sus hermanas no estaban, su lobo al igual que los dragones no estaban allí, su padre estaba preso y no sabía que hacer, a su lado su amada, a quién había jurado proteger se estaba desmoronando, no había manera de pedir ayuda y su mente aún estaba perturbada por la conversación de su padre y Daenerys que él había escuchado a escondidas.

El día trascurrió lentamente para ellos, Daenerys se encontraba inerte mirando hacia el cielo estrellado y el brillo de la luna, Jon seguía quieto mirándola, observó una lagrima resbalar por su mejilla y se puso de pie, caminó hacia ella y acunó su rostro entre sus manos.

- ¿Cómo saldremos de esto Jon? - pregunta Daenerys mirando fijamente aquellos ojos grises que tanto amaba

- No lo sé Dany - respondió Jon con sinceridad

Daenerys se abrazó a Jon y se permitió llorar, Jon le devolvió el abrazo con fuerza, permitiéndose oler el perfume de Daenerys, pero el abrazo no duró todo lo que hubieran querido, ya que uno de los muros de la habitación se abrió ante ellos, dejando al descubierto una sombra encapuchada en una capa negra, Daenerys se escondió detrás de Jon, mientras que él desenvainó su espada y se mantuvo en posición de ataque frente al intruso.

El intruso frente a ellos no dijo nada, solo se quitó la capa y todos soltaron un suspiro al verse los rostros.

- Hay que salir de aquí rápido - dice Gendry - tengan - le entrega una capa negra a cada uno

- No podemos irnos - dice Jon - mi padre...

- Lo lamento mucho Jon - responde Gendry - pero tenemos que salir de aquí

Jon y Daenerys se miraron momentáneamente antes de ponerse las capas y seguir a Gendry a través de la pared movediza. 

Su reinadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora