Capítulo 15

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Personas Nuevas

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Me mordí el labio para intentar dejar de llorar. A mi pesar, las lágrimas no cesaron, al igual que el dolor de mi brazo. Me habían insertado una jeringuilla y sacado sangre.

«Esto es lo mejor que me podía pasar» pensé con ironía.

Pocos días después de renacer en este mundo, un hombre de pintas raras vino a mi casa. Al principio, pensé que lo había llamado Hannah. Pero cuando vi su mirada de sorpresa al verlo, supe que ese no era el caso.

—Mmm... Parece que... —el "médico" desvió la mirada a lo que sea que fuera el aparato que había sacado por un momento— La niña tiene restos de Sangre Vritra, mi señora.

Mi madre, que estaba con los brazos cruzados a mi lado, abrió los ojos y miró al médico de una forma que lo hizo tensarse. Parecía que el que yo tuviera esa sangre recorriendo mis venas no le causaba mucha gracia.

—Bien —pronunció con un tono seco y frío que nunca había escuchado—. Ahora, ¿podría decirme quién lo llamó?

El hombre abrió la boca para responder, pero fue interrumpido por el sonoro golpe de las puertas de la habitación abriéndose.

—Fui yo.

Mis ojos llorosos se dirigieron hacia la persona que había entrado en la habitación. Era una mujer menuda, de anguloso rostro y de ojos felinos, tenía el mismo color de pelo que mi madre. Sus ojos morados irradiaban codicia y arrogancia.

Interiormente rodé los ojos y puse cara de asco. Genial, una idiota.

—¿Chloe? —preguntó mi madre con sorpresa, mientras la mujer que suponía que era mi tía se acercaba.

—La misma—respondió con una sonrisa llena de dientes. Torcí la boca hacia abajo al ver lo forzada que era y por lo chillona que sonaba su voz.

—Es una excelente noticia querida hermana. Si despierta antes que la niña adoptada de los Denoir, podríamos ser más prestigiosos que ellos y ser más respetados si se convierte en una guadaña —fue al grano con tono emocionado.

Al menos es directa con lo que quiere.

Parecía que tener esa "sangre" era algo bueno desde su punto de vista.

Mi madre, la miró con cara de póker. Desde luego, ella parecía la menos emocionada por la noticia, incluso diría que era todo lo contrario aunque lo ocultara bajo esa fachada fría.

—Chloe, ya somos High Blood, no hace falta-.

Fue interrumpida por la expresión de Chloe, que había puesto los ojos en blanco y agitado su mano.

—Parece que no lo entiendes, querida. Después de estar años desaparecida, va y de repente apareces embarazada, casi a punto de parir —mi madre abrió la boca para discutir, pero Chloe levantó la mano, indicando que no había terminado—. Y peor aún lo pones cuando no sabemos ni siquiera quién es el padre. ¿Crees que nuestros padres van a aceptarte de nuevo en la familia así porque sí? Las cosas no son gratis, sobre todo si quieres que la niña tenga una buena educación y no sea una analfabeta como la basura de esos no-muertos que residen detrás de los muros.

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