Las miradas
.
.
.
.
.
.
Los cumpleaños "nunca" fueron algo a lo que le diera mucha importancia ya que en mi vida pasada, no lo celebraba hasta que conocí a Mary y poco después, a Sebas. Ellos, junto a los niños, hicieron que mis cumpleaños fueran más alegres.
En esta vida, mi madre, hacía que le diera más importancia con sus sonrisas, el entusiasmo y la alegría cada vez que llegaba la hora de celebrarlo. El verla contenta hacía que yo también lo estuviera.
Este año iba a ser un poco diferente ya que ella no estaba debido a su trabajo. Pero, los niños compensaron su falta de presencia con sus alocadas ideas. Les agradecí desde mis adentros por hacer este día más ligero y placentero.
—¿Qué tal la ves? —preguntó Isaiah con timidez.
—¿Te gusta? —cuestionó Caera con el rostro serio y los ojos brillantes.
Sevren no dijo nada, pero al igual que los otros dos, se dedicó a observarme con atención.
Una gota de sudor se deslizó por mi sien. «Me siento como un conejillo de indias» pensé, tomando un trozo con la pequeña cuchara. La miré un poco, la tarta parecía estar... un poco quemada. Aun así, me comí el trozo.
—¿Y bien?
No respondí, dejando que la expectación de los niños subiera más. Mastiqué el trozo probando su sabor. Pese a que les había salido un poco quemada, sabía bastante bien.
—¡Mmmm! —mis ojos se iluminaron y mi expresión se convirtió en una de asombro— ¡Está riquísima! —exclamé con una sonrisa, noté que tenía la boca manchada de chocolate acentuando mi apariencia adorable.
La alegría se extendió por el rostro de los niños.
—¡Lo logramos! —Caera, Sevren e Isaiah chocaron los cinco con una gran sonrisa.
Poco después, se unieron a mí y los cuatro comimos la tarta con gusto. Descansamos por un rato y después, nos pusimos a jugar por la mansión.
—1, 2, 3, 4, 5...
—Vamos, vamos, ¡que ya está contando! —medio susurró Caera arrastrándome lejos del lugar donde Sevren estaba contando. Isaiah nos siguió, ya que habíamos acordado hacer un equipo para así ganarle a Sevren en las escondidas sin que él lo supiera.
Corrimos por los pasillos y subimos al tercer piso, desde allí podíamos oír a Sevren acabando de contar. Caera abrió la puerta y la cerró cuando ya estábamos dentro. Miré la habitación reconociéndola de inmediato.
—¿Esta no es la habitación de tu tío, Isaiah? —cuestioné parándome en un cuadro de él.
—Sí, es esta —dijo rascándose ligeramente la sien, extrañado.
—¿Quién es tu tío? —preguntó Caera, sosteniendo una daga dorada decorada con joyas de todos los colores en el mango.
Isaiah le arrebató el arma y la colocó en su sitio, soltando un suspiro exasperado.
—Es un ascender bastante reputado. De vez en cuando nos cuenta sobre sus aventuras en las Relictombs cuando nos visita y se queda unos días para discutir algunos asuntos con mi padre y ponerse al día.

ESTÁS LEYENDO
Roses | TBATE
FanficDicen, que las flores más hermosas y raras son las que florecen en la adversidad. También dicen, que si tienes el mismo objetivo de vida que otra persona, tu camino quedará entrelazado con el de ella. Cassandra era apenas una niña de 6 años, cuando...