Roses | TBATE

Capítulo 13

Una Decisión

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POV. Lu

—No podemos hacer eso, Lu. No aún.

Mamá y yo estamos sentados en el banco del jardín, que se había convertido en el lugar donde entrenamos. Papá se había ido a por suministros hace unos días ya que empezaban a escasear.

"Pero mamá, Cass ya ha soñado con Agrona, y con los demás. La flor casi ha florecido del todo. Además, aunque tiene casi 11 años, merece saber la verdad, ¿no crees?" argumento, sabiendo cómo es Cass y de lo que es capaz.

Se queda en silencio, viendo a Cass entrenar. Desde que llegamos a casa y evadí la pregunta, ha estado concentrándose más en su entrenamiento de lo normal. —Porque normalmente, le daba algo de pereza el ir a entrenar, ya que prefería quedarse leyendo. Apuesto a que si no fuera por mí y los demás, estaría haciéndolo todo el día o puede que 24/7.

Aún puedo sentir el rastro de sus emociones después de lo que pasó. Enfado, por no obtener respuestas; tristeza, porque cree que no confiamos en ella lo suficiente; comprensión, porque entiende que la veamos como una niña; determinación, porque si no se lo decimos, irá y lo descubrirá por sí misma; y algo de miedo, por las respuestas que obtendrá.

"No puedes esconderlo para siempre. Algún día, bastante próximo, acabará por atar los hilos y enterarse. Es mejor que se entere por nosotros que el que lo descubra por sí misma" sigo intentando convencerla.

Ella suspira, frotándose la sien en señal de estrés. A veces, me cuestiono cómo es que pudo trabajar para él, sin estresarse y tener miedo por cometer algún error.

—Lo sé, créeme. Pero es que... Pasó por mucho allí y no creo que aún sea el momento de que recupere los recuerdos de esa época. Aún es una niña.

También me pregunto cómo es que nadie se cuestiona sobre Cass. Puede que sea porque su acto infantil es perfecto, o tal vez porque soy el único que sabe lo que piensa.

"Cass es más fuerte de lo que parece mamá. Puede que al principio esté afectada, pero podrá manejarlo. Además, ella es la que tiene que decidir si quiere o no recuperarlos".

Otro suspiro.

—Lo sé. Dame algo de tiempo para pensarlo, ¿de acuerdo?

Esta vez, el que se queda en silencio soy yo. Aprieto la mandíbula.

"Bien" me alejo de ella y me voy con la pequeña de cabello índigo. Porque pese a su apariencia, su edad mental parecía ser de más de 30 años.

Y creo que tengo razón, porque conforme soy más cercano a ella, veo los recuerdos de lo que parece ser su vida pasada.

Entonces la serpiente no mentía.

Llego hacia donde está, manteniéndome unos metros alejado de ella para evitar que se desconcentre.

"Hey, ¿qué tal vas?" le pregunto, aunque ya sé la respuesta.

Antes de contestarme, Cass con su arco y la flecha colocada en el cuerpo del arco, apunta al muñeco de paja. Cuando cree que está lista, destensa la cuerda y suelta la flecha, ésta, yendo a mucha velocidad termina justo en la cabeza del muñeco.