22.:Final de Cuento:.

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-No puedes hacerme esto Yoongi, me prometiste que yo sería tu esposa!-

-Suran, de verdad lo lamento, pero mi corazón ya eligió a Jimin además lo nuestro nunca podría llegar a ese punto, mis padres no lo hubieran permitido-es que cuando crees que todo será solo felicidad, la vida te recuerda que no.

-Y hasta ahora me lo dices? Eso no parecía impedimento cuando me pedías meterme en tu cama!-Yoongi suspiro pesado y miró nervioso su entorno, la chica no estaba tomando muy bien la noticia de su boda- me entregue a ti y ahora que ya no tengo honor me dejas así, sin nada de lo que me juraste!-

-Suran...-

-Suran nada!!- gritó- te exijo, te hagas responsable de lo que me dijiste y prometiste Min Yoongi, yo debo ser tu esposa, no ese maricón aparecido!-

-No hables así de él- rugió.

-Hablo lo que se me da la gana porque eso es lo que es, solo un día antes de irte a según tu acabar con ese compromiso, estuvimos juntos y ahora me dices que solo olvide todo lo que paso porque te enamoraste-

Es que si sonaba mal, sabemos bien que en el corazón no se manda, pero las promesas tampoco se olvidan y Suran más bien no quería olvidar.

-Escúchame lo entiendas o aceptes, yo me casaré con Jimin, será él quien reine a mi lado- decidido, él no daría un pie atrás en su decisión, solo olvido un detalle.

-Si crees que me quedaré sentada a ver como ese imbécil se queda con lo que por derecho es mío, estás muy equivocado...-

-Trata de tocarlo y me conocerás Suran te lo advierto-

La mujer había ido con ilusión al lugar que fue su nido de amor por 4 años, solo para que quien juró amarla le diera aquella amarga noticia, claro que no se quedaría quieta.

-Tú tampoco me conoces Min, no sabes lo que puedo hacer, por amor- susurro cuando el mayor se alejaba en su caballo.

El palacio todo era alegría, dos días habían pasado desde que Jimin había llegado, mismos días que había tenido para recuperarse, gracias a los cuidados de Rain, Prem y Pete, quienes no lo dejaban solo ni un segundo, mientras fuera la reina madre tenía ya todo listo para el matrimonio solo faltaba que Yoongi diera la fecha.

-Estoy nervioso y si no les agrado?-

-Ellos te eligieron, así que imposible no te acepten-

-Hicieron ese trato incluso antes que yo naciera y jamás me han visto...-

-Ahora lo harán, verás que te aman en cuanto se den cuenta lo increíble que eres Jimin no temas- tomo su mano y con la otra golpeo la gran puerta que había frente a ellos, porque a pesar de llevar ya casi tres días en el palacio no había visto a ninguno de sus majestades, esta sería la primera vez.

-Príncipe Min, adelante sus majestades los esperan-

-Gracias, Lisa- pasaron junto a la chica y entraron en la gran habitación que era el salón real.

-Yoonie al fin lo traes- el menor apretó la mano de su futuro esposo, al oír la voz de quien sería su suegra- eres muy lindo pequeño, ya entiendo por qué mi hijo está tan enamorado, eres simplemente hermoso- se levantó y rompiendo todo protocolo se acercó a abrazar al menor- soy Alin reina de imperio Min, pero tú puedes decirme madre si gustas-

-Yo...-

-¿No sonaría algo raro que mi esposo, te diga, madre?-habló Yoongi mirando a su madre de forma divertida.

-Siempre tan celoso hijo...-

-Jovencito, al fin tenemos el gusto de conocer al hijo menor de los Park- el rey a diferencia de su esposa era un hombre robusto, que irradiaba fuerza, tenía todo el porte de un monarca- Soy...-

-Su majestad Min Siwon- mostró respeto haciendo sonreír al mayor- mi padre siempre me habló de usted-

-Así? Espero haya dicho cosas buenas, Donghae siempre fue un buen amigo- Yoongi noto el detalle de aquella mordida en los labios de su prometido, como queriendo callar algo- espero este bien -

-Hasta mi salida de la casona lo estaba señor, ahora lo ignoro...-

-Lo verás en la boda...-

-Él vendrá?- miedo, eso era lo que los ojos de doncel se reflejaba.

-Si es tu padre, estoy segura, querrá entregarte en el altar- la sonrisa nerviosa y la mirada perdida, aquello lo ponía incómodo.

-Claro-

-Jovencito, espero tengas plena conciencia de lo que significa casarse con Yoongi...-

-Padre-

-No lo digo de mala manera, como los dos saben, esto fue pactado hace mucho, por lo que si o si, la boda se hará, solo quiero que sepas lo complicado que puede ser para un doncel ascender al trono-

-Créame que lo tengo, señor, fue por eso y por ignorar cómo era el príncipe, que yo no quería este compromiso, durante el viaje pensé muchas veces en como zafar de él, pero también me di cuenta de que mi presencia aquí puede cambiar algunas cosas...-

-Cambiar?- Yoongi tomó la mano de Jimin como muestra de apoyo- qué cosas deben cambiar según tú?-respiro profundo y miró al hombre directo a los ojos.

-El trato hacia los donceles, señor, eso debe cambiar- tanto la Alin como Siwon se miraron, con sorpresa- quiero proteger a los míos, poder crear una ley que haga a quienes los lastimen, abusen y embaracen sin su consentimiento, pagen-

-Ya veo por qué conquisto tu corazón Yoongi- hablo Siwon -después de la boda quiero oír tus sugerencias jovencito, admito es un tema que no se trata, ya que nadie dice estar disconforme...-

-Que no se hable no significa que no exista, señor, afuera los donceles viven un infierno del que ni en sus propios hogares estaba a salvo, los venden como ganado, a hombres que solo buscan saciar sus deseos y cuando ya lo hacen los desechan manchando el honor y muchas veces quitándoles la vida, importando poco si son niños o adultos-

-Eso es horrible- Alin miró a su esposo, quien tenía la misma cara, dentro del palacio los donceles tenían su lugar y estaba prohibido ese tipo de comportamientos, creyendo ellos que fuera de este la gente actuaba igual- sin duda hay que endurecer las leyes en ese punto majestad-mirando a Siwon.

-Como dije, después de la boda y su luna de miel, ven a hablar conmigo, te ayudaré a crear algo que ayude a los tuyos, algo que el senado no pueda rechazar-

-Claro señor- miro a Yoongi quien le sonrió, es que cada detalle solo lo ponía más tonto por el menor, habría sido un error dejarlo ir.

-Bien, los dejamos, quiero mostrarle el palacio -

-Claro hijo, y díganme cuando pretenden dar el sí, para enviar las invitaciones y mandar por el padre de Jimin, ya que tiene que entregarlo en el altar-

Y ahí estaba esa mirada.

-En cuanto lo decidamos te avisaré madre, con permiso- ambos mostraron respeto y salieron del salón- todo bien?-

-He? Sí, todo bien- se acercó y toco suave la mejilla del menor.

-Tranquilo, aquí nadie puede lastimarte, no lo permitiré-

-Lo sé- se acercó hasta dejar un beso en sus labios, solo un roce, ya después del matrimonio podría comerle la boca sin miedo, pero por ahora debía ir despacio.

Afianzó el agarre y comenzó la caminata, quería mostrarle lo que sería su nuevo hogar desde ahora, sin imaginar que no muy lejos unos ojos negros miraban con envidia su amor, porque si ella no tendría su final de cuento, el doncel tampoco.

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*Un Viaje Directo Al Amor*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora