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Recordatorio:

Si en algún momento usamos una expresión que no se ajusta al personaje o consideran que no es propia del país, lo lamentamos y pedimos disculpas de antemano, no somos ni argentinos ni mexicanos y lo estamos haciendo mejor que podemos, esperamos comprendan <3.

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Habían sido varios días desde que no tuvo relación alguna con Roier. Ni siquiera lo había visto, y tampoco había ido a visitarlo. Era como si ya no se conocieran, unos completos desconocidos a ojos de todos. Fueron varias las personas que habían preguntado, pero Spreen por su parte, había zanjado el tema rápidamente con un "no pasó nada, tranqui". La construcción de su bar avanzó a grandes rasgos, mejorando el interior y comenzando a traer a este los materiales y alimentos necesarios para realizar las primeras bebidas que serían vendidas al público. Aunque aquella mañana había decidido ir a avanzar con la construcción de su casa.

Delante de la construcción de su casa, había algo extraño. Era como un cofre y un cartel el cual ponía "cosas gratis" y el suelo tenía como una textura extraña. Era más que obvio que era una trampa. ¿Qué estúpido caería en algo así? Era súper evidente, ¿quién sería el incompetente que haría una trampa tan cutre y mal hecha?

Spreen al ver aquello se quedó quieto guardando cierta distancia. ¿Era en serio? Ni siquiera había hecho falta mirar el cartel cuando se percató de la diferencia de material del suelo. Soltó un gran suspiro y comenzó a cavar con su pala en toda la zona que resultaba diferente. Como era de esperar, el agujero era bastante profundo, así que hizo un apaño de unos cuantos bloques para al final quitar el baúl y que la superficie quedara uniforme.

-Pelotudo. Ni sabés hacer una buena trampa. -habló para sus adentros viendo lo lamentable que había sido la situación.

Roier estaba detrás de un árbol, frustrado y enfadado por aquello. ¿Cómo lo había notado? ¡Era imposible! Esto no debía de quedarse aquí, por ningún motivo debía de dejar todo esto así como así.

[...]

Al día siguiente, un agujero de uno por uno estaba delante de su puerta. El hoyo era poco profundo para atraparlo con vida y reírse de él arriba del agujero. Era un plan genial, ni siquiera lo vería. Pero una vez más, Spreen pudo notar algo diferente en la puerta de su futura casa. ¿De verdad había sido tan idiota de hacer una trampa como esa? No sabía bien si aquello era cuestión de tomarle el pelo o si en verdad lo estaba haciendo esperando a que funcionara. Pero cada día era más patético que el anterior.

-Agh, pelotudo. -y sin más, tapó el agujero.

-Pinche pendejo. -gruñó desde atrás del todo.- ¡¿Cómo mierda es tan bueno ese idiota?! - dijo ofendido. Seguro que hacía trampa de alguna manera, era imposible que pudiera evitarlas tan bien.

[...]

Al día siguiente, Spreen tenía un horno en medio del porche

Al llegar aquel día a su construcción se quedó observando la entrada, no había nada diferente salvo...

-Boludo, qué hace esto acá -ni siquiera pudo evitar la risa en aquel punto, estaba siendo demasiado chistoso como para tomárselo en serio. Sin más pasó de largo.

Roier mordió su mano con rabia mientras lo miraba. Aquel imbécil no iba a caer en alguna?!

-¡Ya valió verga! -gritó completamente en el límite. Esto no iba a funcionar nunca, jamás podría vengarse, jamás podría vengar la vida de su perrito y la suya propia. Esto era una maldita mierda. Ya apenas se le ocurría que poder hacer, ¿qué mierda podía hacer ahora? Era imposible conseguir a su gato, y explotarle la casa ni siquiera le llenaría tanto como para quedarse agusto

GreenPeacen't  [Sproier|QSMP] • Cancelada •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora