GreenPeacen't [Sproier|QSMP] • Cancelada •

15 ["Final"]

Este es el último capítulo de la historia, lamento que deba acabar así pero espero que les haya gustado, nos vemos en otras historias que estaré subiendo y les invito a leer, dos de ellas están comenzadas ya en mi perfil <3

--------------------------------------------------------------------

Roier hizo una suave mueca mientras lo miraba.

-Lo siento pero... -sus ojos se pudrieron vidriosos- No creo poder... Olvidarlo nunca.-murmuró con pena- Por que te veo, agarrando el hacha, una y... otra vez. -habló con cierto temblor en la voz- Y... Solo podía pensar. 'no es cierto. Esto no está pasando. Mi Spreen no haría eso..'. -habló con un leve temblor en las manos- ¿Cómo puedo saber yo que de verdad me aprecias? ¿Cómo puedo saberlo? Me pides que confíe en tus palabras pero... -abrió los ojos sorprendido por entenderlo dentro de su cabeza-Yo... Creo que... te tengo miedo.

Spreen tenía una de sus manos puesta sobre la almohada, y a cada frase contraria viendo su reacción, involuntariamente sus uñas se iban clavando sobre la almohada al hacer fuerza con estas. ¿Le tenía miedo...?

Había apretado su mandíbula con rabia. Quería decirselo, de verdad, pero no podía, su garganta se atoraba cuando tenía la tentación de hablar de ello. Aquella mano que había profundizado en la almohada ahora fue apartada para tapar con este brazo su mirada. No podía verlo así, y menos aún podía verse a sí mismo de esa forma reflejado en el brillo de los ojos contrarios.

Sus labios temblaban sutilmente y sus orejas se habían agachado.

-Si yo pudiera decirte lo haría. Pero no puedo... -al hablar su voz pareció romperse ligeramente, trabandose en pronunciar algunas palabras.

-Wey, entonces no me lo digas. -habló agarrando el brazo para hacerlo girar y que de nuevo quedase mirándolo de nuevo. Sus ojos reflejaban suplica- Entonces dime que te importo, que me aprecias y que me quieres. -aún tenía agarrado suave el brazo del otro para que lo mirase- No quiero excusas, no quiero explicaciones. Necesito que me digas que aún puedo confiar en ti.

Sus ojos estaban igual de cristalizados que los contrarios, por mucho que tratara de esconderlo no era capaz de controlar muy bien sus emociones.

-Yo, no quiero prometerte algo que no pueda cumplir. Ya no sé ni qué va a pasar Roier. No me siento yo. -se explicó- Y si te digo esto acá es porque en verdad, sí me importás. No le diría esto a nadie por nada.

-Entonces no me falles otra vez. -le pidió, pasando el agarre a su mano- No contaré lo que pase si te vuelves salvaje, intentaremos arreglarlo. Pero no vuelvas... No me hagas querer sacarte de mi vida. -pidió- No me obligues a echarte, wey

-Solo escuchame, escuchame bien esta vez. -asintió con la cabeza a sus palabras anteriores- Aquello no fue algo que disfrutara. Okey. -pasó ahora su mano libre por sus ojos- Pudo parecer que sí, pero vos debes de saber que yo a veces no puedo controlarme. ¿Entendés? No uso la razón, no lo elijo yo. Y por eso ahora todo anda tan loco, pero yo lo intento. Pero quiero que vos lo sepas.

Lo escuchó atentamente y asintió con suavidad. No lo había querido querer desde un principio por qué dolía demasiado el simple echo de pensarlo. Pero... Realmente podía confiar en él? Quizás una segunda oportunidad no le haría daño a nadie.

-Spreen. -habló- Esta es... Mi última vida.-confesó mirándolo a los ojos- No... Puedo cometer más errores.

Aquello lo hizo sobresaltarse, tanto que se sentó en la cama para mirarlo fijamente.

-¿Qué? -alargó su mano para tomar su brazo y apartar la manga de este, dejando ver la marca que mostraba la única vida que le quedaba.

-¿Por qué tenés solo una vida? ¿Cuándo te moriste?