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Recordatorio:
Si en algún momento usamos una expresión que no se ajusta al personaje o consideran que no es propia del país, lo lamentamos y pedimos disculpas de antemano, no somos ni argentinos ni mexicanos y lo estamos haciendo mejor que podemos, esperamos comprendan <3.

¡AVISO IMPORTANTE!
Lamento dar la mala noticia de que esta historia tendrá únicamente tres capítulos más (contando este), no se va a continuar por algunos motivos que no proceden mencionar. Muchas gracias por el apoyo y espero que os haya gustado lo que escribimos hasta este momento mi amigo y yo. Disfruten de los últimos capítulos <3.

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Pasaron varios días, y cada uno era peor al otro. Desde que habían regresado de aquella expedición no había pegado ojo, simplemente no podía, y moría de sueño. Cada noche unas visiones horribles lo atacaban hasta que acababa por irse a pasear, pescar o minar y así lograr distraerse un rato. Sobre todo, esas visiones atacaban cuando su mente estaba tranquila y tenía oportunidad de ocupar todos sus pensamientos. Su aspecto solo había hecho que empeorar. Su piel palideció y por ello sus ojeras se notaban más, ocultas por las gafas. Sus párpados caídos y su forma lenta al hablar era fruto de la falta de sueño y descanso. La marca de su piel seguía igual con aquella interrogación, pero había aparecido otra nueva en su espalda, que se había ido ramificando poco a poco hasta expandirse por toda la superficie. Parecía una cicatriz, pues tenía este tono clarito, pero no estaba seguro de qué era. Se la había visto una mañana con el reflejo del agua cuando pretendía darse un baño en una de las charcas. Todo era sumamente extraño. Estos días tampoco había hablado con Roier, no se le había pasado por la cabeza. E incluso, parecía que sus instintos salvajes se habían manifestado como hacía años. Tenía su ropa rasgada y multitud de arañazos, además de aquel corte en su rostro que ya había cicatrizado. Más de una noche había salido a cazar veces con su propia boca o a cazar con sus propias garras. No sabía qué estaba pasando, pero empezaba a no ser consciente.

Una noche entre estas, Roier estaba haciendo su castillo, quería algo mejor ya que Vegetta solo había criticado su casa. A si que simplemente empezó a construir un castillo a parte para poder presumir a vegetta que podía hacerlo sin problemas.Estaba recogiendo algunos materiales del exterior, se concentró en simplemente continuar con aquello sin pensar en nada más

Spreen se encontraba merodeando los alrededores para talar unos cuantos árboles y así usar la madera para su construcción. Esta concentrado en eso cuando vio a un pequeño conejo pasar saltando por al lado.En un primer momento optó por ignorarlo, pero su instinto era mayor a su razón. Así que tiró su hacha al suelo y salió corriendo detrás del animal.

Roier vio el movimiento y lo siguió con la mirada completamente estático y luego suspiró.

—No mames, ya se volvió bien demente el pendejo. Por eso no hay que llevar gafas de sol hasta para dormir— agarró un par de bloques más y se acercó.— Oye, culero, vas a asustar a alguien.

En unos segundos más, ya tenía al conejo entre sus garras las cuales aumentaban de tamaño al igual que sus colmillos cuando su instinto era el que dominaba su cuerpo en ese momento. Al escuchar la voz del otro se giró hacia él. Su boca estaba llena de sangre al igual que sus manos y parte de su ropa rasgada. No dijo nada, solo acabó de desmembrar al animal y salió corriendo.

Se alejó unos pasos al verlo así. Estaba lunático.

—Hermano, ¿perdiste a un PvP y te volviste así? —habloó mientras lo veía alejarse— Ay. Chingada madre Spreen. —lo siguió con un gesto de pereza— No voy a ponerme a jugar ahora, ya deja de hacerte el pendejo.

GreenPeacen't  [Sproier|QSMP] • Cancelada •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora