El destino era diferente para cada persona, los caminos de la vida eran complicados si no se tenía la fuerza suficiente para ir más allá de lo que caía del cielo.
Yoongi pasó por cosas que a su vez parecían ridículas a comparación de las de Jimin. Estar en los procesos difíciles que tuvo, le hizo entender que su vida estaba llena de lujos, sus padres aún estaban vivos, tuvo una educación decente, hizo cosas que cualquier adolecentes haría y, sobre todo, tenía el dinero necesario para hacer de su vida una montaña rusa.
Pero al conocer a ese chico indefenso en su primera clase de psicología, su mente entró en una clase de proceso que no entendió hasta que los sentimientos fueron entrando más y más, su corazón se sentía indefenso, pues no llegaba a entender la profundidad de aquellos extraños celos que le ocasionaron al verlo sonreír sin pena a ese amigo que tenía.
Porque sí, llegó hasta el punto de seguirlo para saber más de ese chico lindo. Tuvo mucha suerte al no ser descubierto, pues eso le daba más ventaja. Parecía un loco, incluso con las mínimas cosas que Jimin hacía, le causaba un enorme revuelco en su corazón.
Se había enamorado de las más simples expresiones de Jimin, se metió tanto en su ser que ahora que lo veía sonriente jugando con sus sobrinos, la decisión de estar más y más cerca se hizo presente.
Quería tomar todo de él, llevarlo lejos y crear un castillo seguro para que nadie más les haga daño, pero sabía también que eso no se podía. La determinación que Jimin tenía a seguir buscando su felicidad lo frenaba un poco, sabía acerca de los sentimientos del menor, pero no podía presionarlo a que diera lo que quizá no quería, solo por complacer a Yoongi.
—¿En qué piensas? —La pregunta de Chanyeol, lo dejó un poco pasmado, no quería revelar mucho de sus sentimientos, pues sentía que sería juzgado de alguna manera—. Quizá debas definir tus sentimientos de una buena vez, Baekhyun me dijo que Jimin piensa llevarse a sus sobrinos lejos de aquí.
—No. —Yoongi negó.
—Haz lo que tengas que hacer y dile de una buena vez lo que sientes. —Chanyeol le dió una palmada en el hombro para después sonreír a los niños que se le acercaron—. ¿Un par de luchas o son bebés llorones? —Los retó.
Pero eso a Yoongi no le importó, se acercó a Jimin cuando lo vio sonreír una vez más, tenía que hacer todo lo posible por quedarse a su lado, ya no le servía ser ese hombre libertino que saciaba sus gustos con todo lo más fácil, ahora le agradecía enormemente a Hyuna por haberlo dejado entrar a ese lugar.
—¿Qué ocurre? —preguntó con nerviosismo.
—Te amo, desde que te vi por primera vez, causaste sensaciones en mí que no entendí, busqué las respuestas a diario, pero en mi corazón ya te habías instalado tan profundamente que hacían un revoltijo, ahora te agradezco por haberme dejado estar junto a ti y luchar por eso que tanto querías. —Tomó las manos del bajito para luego llevarlas a su boca y así depositar un suave beso en cada una de ellas—. Quiero ser aquel hombre que vea por ti y tus ahora hijos, ser quien te vea cada mañana y te bese por las noches, desearte lo mejor día con día y, sobre todo, poder decir con la mayor felicidad que eres mío.
—Yoongi… —Su corazón estaba a punto de explotar, el nerviosismo que estaba sintiendo no lo podía esconder, ni mucho menos el sonrojo que le provocaron todas aquellas palabras.
—Amar a un ser como tú, me haría el hombre más feliz del mundo, ser el centro de tu universo y el de tus hijos, me haría el más dichoso. —Suspiró hondo para armarse más de valor—. Yo, Min Yoongi te ofrezco a ti Park Jimin, ser el hombre de tu vida a partir de un sí. —Sonrió por lo que estaba diciendo—. ¿Quieres ser mi novio y el chico de mis ojos?
—Quiero ser más que una persona alegre y amorosa para ti, alejar tus problemas y ser quien elija cada mañana tu vestimenta, alegrar cada paso que das y, sobre todo, ser aquel chico que sueña a diario con el futuro que estamos construyendo. —Acercó su rostro al contrario parándose levemente de puntillas—. Acepto ser todo para ti y a la vez nada. Hoy Min Yoongi, te respondo que sí a ser tu novio y el chico de tus ojos. —Unió sus labios con los del más alto en otra afirmación segura.
Fuegos artificiales parecieron explotar en el cuerpo de Yoongi, sentía que ahora estaba todo más que correcto, Jimin se sentía en su lugar seguro y de eso no existía ninguna duda. Todo había cambiado desde el momento en el cual sus sentimientos empezaron a ser confusos, ambos eran inexpertos en el amor, pero ahora, todo se sentía bien y en su lugar.
Era como si las piezas rotas fueran pegadas con delicadeza y con un pegamento súper fuerte.
—Voy a mudarme. —Al finalizar el beso, Jimin se tomó el tiempo de recuperar un poco el aliento para luego soltar la noticia—. Con el dinero legal que me dejó ella, voy a llevarme a los niños a un departamento bonito, los cambiaré de escuela y les daré lo que se merecen, yo voy a continuar con mis estudios para luego ayudarle a Baekhyun con su nuevo negocio.
Aunque no le gustará la idea de que el bajito viviera solo con sus ahora hijos, estaba feliz por el rumbo que había decidido seguir, era importante que Jimin ahora se sintiera tranquilo y en paz.
Claro que le ayudaría en todo lo que necesitará y ahora más que nunca iban a estar juntos y seguir con su noviazgo, les daría todo de sí mismo para que jamás volvieran a sentir que estaban solos, porque ahora todo eso había terminado y ellos merecía toda la felicidad que el universo les diera.
—Estoy completamente orgulloso de todo lo que has hecho y de lo que vas a lograr, tienes todo mi apoyo y no dudes en decirme las cosas que para eso me tienes a mí y a las personas que te quieren. —Dejó un beso fugaz en aquellos labios hinchados y rojos del bajito notando su sonrisa tan linda y sus ojos brillantes—. Ya no hay más soledad ni tristeza, de lo demás me encargo yo. —Sonrió.
Porque sí, la tormenta fue destruida para darle paso al mágico, maravilloso y hermoso arcoiris.
Jimin ya no estaba solo, tenía a sus ahora hijos y a un novio que lo estaba empezando a amar con locura, a amigos maravillosos que jamás lo iban a dejar caer y, sobre todo, tenía la vida en construcción y feliz que siempre debió de tener.
Los papeles, firmas y nombres absurdos e inexistentes sobraban cuando ya todo estaba en armonía y tranquilidad. Sus sobrinos siempre fueron y serán sus hijos, eso no se iba a discutir con nadie más así llegarán nuevos problemas a la puerta de su antiguo hogar.
Jimin sería recompensado por todo el sufrimiento y le llegarían en forma de cosas bellas que le darían un mejor sentido a su vida.
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BUTTER // Yoonmin //
FanfictionPark JiMin es un joven estudiante de universidad, trabajando en una cafetería en medio tiempo. Está a cargo de las deudas de su casa, con sus dos pequeños sobrinos y una abuela enferma, su adolescencia no fue más que esfuerzo para salir adelante. Nu...