Jimin había pasado por sus pequeños niños, iban tomados de las manos, Yeonjun quien era el mayor con 7 años estaba del lado izquierdo y Taehyun con 5 del lado derecho.
Iba muy animado platicando del cómo había sido el día de los pequeños, quienes muy contentos le respondían todo lo que habían hecho, caminando a brinquitos, muy felices de que su tío Mimi pase por ellos al colegio.
Jimin y sus pequeños habían llegado a su casa, y lo primero que hicieron fue correr hacia la mujer de edad avanzada que se encontraba sentada en la sala, se veía cansada, pero no dudó en sonreír en cuanto vio a sus pequeños niños.
—¡Abu, abu~! —gritaron los niños llegando a ella.
—Mis dulces niños, ¿qué tal les fue hoy? —Preguntó con dificultad.
—Muy bien abuelita, nos hemos portado excelente. —Le respondió el más pequeño.
—¿Y tú Jiminie?, ¿mi pequeño Jiminie se portó bien~? —Cuestionó graciosa la abuelita.
—Ah~ Abu, me hiere, yo siempre me porto bien. —Jimin hizo un puchero divertido.
Los 4 integrantes de la bonita familia se sentaron a comer, el universitario ayudó a su abuela a levantarse e ir cuidadosamente hacia el comedor, mientras los niños acomodaban la mesa para que Jimin pudiese servirles.
Jimin cocinaba un día antes, o cuando se encontraba tan cansado se levantaba mucho más temprano para poder dejar el almuerzo listo y no andar en carreras a estas horas, porque solo tenía un poco de tiempo para llegar a su trabajo.
En las mañanas tenía a su vecina Dahyun, una linda universitaria de ingeniería que le apoyaba a vigilar a su abuela, la chica era muy amable y adoraba a la viejecita y cuida de ella hasta una hora antes de que llegue Jimin, porque ella estudiaba de tarde.
Cuando Jimin terminó de comer, se alistó rápidamente con su uniforme de la cafetería, tomó sus cosas y le dio un beso a sus niños y a su abuela, corrió muy rápido hacia su trabajo, ya que se le hacía algo tarde.
Llegando a su trabajo, lo primero que pudo notar fue a su jefe muy enojado, había llegado 5 minutos tarde y su jefe era muy especial con respecto a los horarios.
—Park Jimin, espero tenga una buena explicación, ¡no quiero excusas! —El chiquillo castaño dio un brinco por el susto.
—Señor Choi, no volverá a pasar. —Jimin hizo una reverencia avergonzado.
El señor no dijo nada más y mandó a Jimin a que se aliste para atender las mesas, la próxima semana se quedaría toda la semana a cerrar el lugar a modo de sanción, Jimin no tuvo más opción que aceptar, no podía darse el lujo ee negarse y propiciar su despido.
Después de atender algunas mesas con su característica amabilidad, pudo dar un respiro y acercarse a su mejor amigo, quien entendía la barra en ese momento, el lugar quedó sin clientes, por tanto tenían cierto momento antes de que apareciera uno.
—Hey, Minie ¿cómo está la abuela Park? —Cuestionó curioso Taehyung, adoraba a la familia Park, eran como su propia familia.
—Bien Tae, creo que está mejorando. —Sonrió muy tierno y soñador por comentar que su abuelita estaba bien.
—Me alegra, ya verás que pronto podrá hacer las cosas como antes. —Taehyung le dio un apretón amistoso en su hombro.
—Eso espero, ya no aguanto verla tan mal. —Suspiró entrecortado.
Taehyung le sonrió, y en cuanto sonó la campanilla avisando que llegaba un nuevo cliente, se dispusieron a atenderlos, y así, tuvieron un día pesado, de a todo. Trabajar en una cafetería no era fácil, y menos aquellos días que debías aparentar que todo estaba bien, cuando en realidad solo quisieras llorar.
El final del día llegó, y ambos chicos cansados se alistan para irse a sus hogares.
—¿Quieres que te acompañe?, no es seguro que andes tan lindo y tan solo por la calle. —Bromeó Taehyung mientras se quitaba el delantal.
—Tae~. —Reprochó Jimin—, en realidad, sí quiero que me acompañes, quisiera pasar a comprar la cena, quédate a cenar. —A Tae le brillaron los ojos y claro que aceptó.
Ambos cerraron el lugar y después de asegurarse que estaba seguro se fueron por la cena, pizza, algo sencillo y rápido.
Pasaron al local de pizza y pidieron la suya, se dirigieron a casa del castaño, y en cuanto llegaron dos pequeños niños atacaron en un abrazo a Taehyung.
—¡Tío Tae! —Gritaron ambos niños, a lo que el mencionado se sonrojó, aún no se acostumbraba a ser llamado tío.
—Hola~ mis guerreros, ¿cuidaron de la abuela? —Abrazó a ambos mientras Jimin acomodaba la mesa.
—¡Sí! Somos los mejores cuidando a abue. —dijo orgulloso el niño de 5 años.
—¡Wow!, excelente, por eso hoy cenaremos ¡pizza! —Chocaron sus puños entre los tres.
—¡Sí! ¡sí! ¡sí! —Festejaron los niños.
—Hola cariño. —Habló la anciana desde el sofá.
—¡Abuela! —Taehyung se acercó a besar una de las mejillas de la abuela, quien gustosa aceptó el beso y también le dio uno.
—A comer YeonJun, Taehyun y Taehyung, laven sus manos, ahora. —Los tres acataron a la orden.
Jimin ayudó a su abuela para llegar hasta el comedor, ella le besó la frente en agradecimiento y él la abrazó dulcemente.
Los niños y Tae a aparecieron y se sentaron, todos cenaron entre risas y bromas. Llegó la hora de despedir a Taehyung, el castaño acompañó a su mejor amigo hasta la entrada.
—Cuídate Tae.
—Nos vemos mañana. —Taehyung se acercó a él y le dio un beso en la mejilla, Jimin sonrojado por el acto bajó la cabeza y sólo pudo ver los pies del pelinegro alejarse.
Entró a su hogar cerrando la puerta y sonriendo, adoraba a su mejor amigo, y tal vez ambos sentían algo por el otro, aunque Jimin no estaba seguro y trataba de disipar cualquier duda sobre el tipo de cariño que le tiene.
Arropó a sus sobrinos, les leyó un cuento, de igual manera acostó a su abuela quien enseguida se durmió.
Solo en ese entonces Jimin pudo ir hasta la sala para poder hacer sus tareas, era medianoche, mañana tendría que hacer el desayuno temprano.
Mientras hacía sus tareas y leía varios libros para investigar, sus ojos se empezaron a cerrar, no pudo controlarlo, y calló en un profundo sueño, ahí sentado, en la sala, con la luz de su lámpara de noche.
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¡Hola les amo!❤😀
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BUTTER // Yoonmin //
FanfictionPark JiMin es un joven estudiante de universidad, trabajando en una cafetería en medio tiempo. Está a cargo de las deudas de su casa, con sus dos pequeños sobrinos y una abuela enferma, su adolescencia no fue más que esfuerzo para salir adelante. Nu...