Alpha of crystal [Kv].

Extra° I.

—¡Vaya que hermoso! —murmura el rubio detallando el departamento que le habían dado por esos días.

Jungkook sonrió enternecido por la reacción de su Alfa, a el no le sorprendía tanto ir a ese tipo de lugares ya que las sesiones de fotos se llevaban a cabo en sitios así cuando tenían que modelar para una marca famosa, más sin embargo esa era la primera vez que disfrutaba de estar fuera del país para satisfacer las necesidades y deseos de alguien más.

después del parto, Taehyung había mejorado con su enfermedad enormemente, aún su piel solía tornarse roja por algunas acciones que ponían sensible su dermis, claramente ya no tanto como antes, por lo que en esos tres días que tenían como luna de miel, no se contendría en absoluto a la hora de enrollarse bajo las cobijas con su esposo.

—Dejemos las maletas y vayamos a comer Tae —comenta el azabache sentandose sobre la cama.

—Si, yo también tengo hambre.

Sin más la pareja de recién casado por ceremonia dejaron las cosas en la habitación para salir a turistear un rato mientras buscaban algún restaurante, no pasó mucho antes de que Taehyung encontrara uno donde vendían comida marina. Entrando con Jeon el delicioso olor hizo gruñir sus estómagos, el vuelo había sido largo y no habían comido algo decente durante todo ese trayecto.

suspirando el rubio ordenó uno camarones rebosados con un poco de arroz mientras que el Omega pedía pulpo en bandeja con una sopa de cangrejo acompañada de una botella de vino.

transcurridos un par de minutos sus pedidos llegaron y sin esperar mucho comenzaron a degustar los exquisitos platillos, Jeon soltaba leves jadeos por el sabor de la comida al tocar su paladar antojando a Kim, ambos compartían sus pedidos entre sonrisas. Al terminar ordenaron algo dulce, la botella yacía sin una gota de contenido en la mesa, si llegaban al hotel sin perderse sería una ventaja ya que estaban notablemente pasados de copas.

facturando la cuenta se dispusieron a salir del restaurante notando que ya se había puesto la luna, por suerte esa noche no contaba como su primera allí, la pareja caminaba tambaleándose de un lado a otro mientras ruidosas risas salían de los labios del Omega, tenían una conversación que solo ellos dos entendían.

—Mira Jeon —hipa sosteniendo a su esposo para que no cayera al piso, al parecer el Omega tenía menos tolerancia al licor que el- el hotel.

asintiendo con la cabeza hacía Kim fueron dentro, había sido una lucha para ellos llegar ahí sin caerse por los canales de agua. Cuando finalmente el rubio logró abrir la puerta de su habitación con la tarjeta de seguridad dejó al ebrio azabache sobre un mueble de la sala, mareado cerró la puerta para ir por un vaso de agua, más su andar fué abruptamente detenido cuando sintió su pecho impactar contra el comedor, una mano sostenía su cadera com determinación y la otra su cabeza la cual estaba presionada hacia abajo.

el intenso olor a leche de banana y vinotinto de chocolate dulce inundaron toda el lugar, acercándose el azabache lamió la oreja de su Hyung a la ves que frotaba su entrepierna contra el trasero del Alfa haciéndo jadear al de ojos dorados por la presión que este hacía allí. Con una sonrisa el pelinegro bajó la bermuda que usaba su pareja colando su otra mano sobre la espalda del rubio para acariciarla hasta llegar al pecho de este por debajo de la camiseta.

—Hyung, quiero hacerlo ahora —jadea acariciando los muslos desnudos del contrario.

—Kookie —gime.

Como si aquel pequeño gemido hubiera sido un pase verde para Jeon, metió los dedos en su boca para llenarlos de saliva y bajarlos al pequeño orificio rugoso del de tes canela, seguido ingresó dos de una sola estocada arrancando un jadeo de los labios ajenos.

a decir verdad Kim pensaba que esta vez sería el que sonteniera al Omega, pero al parecer Jungkook quería hacer lo mismo, ya conocía bien la sensación de tener al pelinegro dentro y tanto el como su lobo lo disfrutaban, sentir como era sometido por el Omega mientras lo penetraba una y otra vez le exitaba al punto de querer rogar por mas.

—Esta noche no tengo intenciones de ser suave —advierte Jeon sobre el cuello de su esposo.

—Puedes hacer lo que sea conmigo Jungkookie.

Sacando los dedos del interior ajeno escuchó como Tae gimoteo insatisfecho, así que peinando su cabello para atrás se enderezó abriendo los glúteos de su pareja deleitándose al ver la poca dilatación que tenía. Posicionando su erección sobre la entrada del mayor se clavó en este de una sola embestida, el Alfa tembló al sentir la brusquedad con la que había sido penetrado y gimiendo el nombre del Omega repetidas veces se dejó caer completamente sobre el comedor, la vista para Kook era una exquisitez.

—Hyung, estas tan apretado —gime moviendo sus caderas en círculos para estimular el interior del contrario.

—Ahh!.. JungKookie.

—¿Que pasa? ¿Acaso quieres más?, Dime que te folle duro y lo haré.

Suspirando el rubio retomó aire para apoyar sus codos en la mesa de cristal, podía sentir como el miembro de su esposo palpitaba adentro de el, se había vuelto adicto a esa sensación y a través del lazo podía sentir como su pareja lo deseaba.

—Follame.. follame tan duro que no pare de llorar por el placer.

Mordiendo su labio inferior con satisfacción el de ojos oscuros comenzó a embestir el agujero apretado de su pareja a la vez que tomaba la erección de este con una de sus manos para comenzar a estimularla mientras se enterraba cada vez más profundo en el, las suaves y calientes paredes anales del más delgado aprisionaban deliciosamente su pene volviendo irracional a su parte lobuna.

—Oh Tae, debes tener cuidado con lo que dices.. ahora no seré capaz de contenerme.

—¡Ahg! Se ¡¡Hng!! Se siente bien!. No te con.. contengas.

Gime el rubio volviendo a caer contra el vidrio por el placer, los chasquidos y gemidos húmedos resonaban en toda la sala haciéndo eco.. sus pieles chocaban con intensidad mientras que sus aromas se mezclaban, Jeon sujetaba con firmeza la cintura de su esposo dejando besos por toda la espalda del mayor acompañados de unas cuántas marcas, de seguro mañana estaría todo marcado.. sus embestidas se volvían cada vez más rápidas y fuertes golpeando aquel punto sensible que volvía un desastre a su Alfa, amaba dejarlo temblando cada vez que hacían el amor, en su luna miel lo iba a follar por cada rincón del departamento, no lo dejaría respirar ni un minuto.