[ACTUALIZACIÓN 21-06-24: CAPÍTULO 15!! ♥ espero que os guste y pronto seguiré subiendo más capítulos]
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-Si nombrarais a todos los chicos de los que algun...
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-A ver si te he entendido... ¿Te has atrevido a hurtar a un profesor?
Desde la otra línea telefónica es perceptible su sorpresa.
-¡Sí! Así tengo un pretexto para ir a devolvérsela personalmente -sonrío, él sabe que estoy de broma- ¿Y tú qué tienes, Nijimura? Sorpréndeme.
-Un suspenso en matemáticas. O, si prefieres considerarlo de otro modo, -hace una larga pausa, dejándome con la duda, antes de añadir:- la excusa perfecta para invitar a la chica más lista del insti a salir.
¿Es que acaso quiere matarme del susto? Me dejo caer sobre la silla giratoria de mi habitación, dispersa ante tal noticia.
-¿Y se puede saber a quién tienes en mente? Es que te quiero... -suspiro- Ayudar.
-Eh... No la conoces -responde con aire misterioso y su característica voz rasposa.
-Por eso mismo -insisto-. Venga, Okuyasu, soy como tu hermana. ¿Te doy mi aprobación? ¿O te ayudo yo misma?
Se ríe ante mi comentario, pero es una felicidad que por algún motivo no me veo muy capaz de compartir. ¿Siempre me tiene que dar el bajón cuando hablo con él?
-¡No! -carraspea- Q-Quiero decir, no, no te molestes. Ya tengo... Esto... ¿Cita con ella?
Me recompongo con una exhalación de aire que de poco me sirve, la verdad. Debería meter mis manos a remojo. Urgentemente.
-Has logrado en apenas unos días lo que muchos no consiguen ni en años -sonrío de una manera más forzada de lo que me gustaría, aunque no me resulta difícil ocultarla al no tratarse de una videollamada-. Felicidades.
-Gracias...
Sin embargo, nada termina impidiendo que el silencio se vuelva un tanto incómodo. Lo único que se escucha es mi agitada e irregular respiración. Frunzo el ceño para aclarar mis pensamientos, dando leves golpecitos con el pie a la pata de la mesa.
Y entonces, de un momento a otro, sucede lo que hasta la fecha consideraba imposible: me cuelga. Paro cardíaco. Algo he tenido que hacer mal.
-Soy una idiota...
Esta vez me tumbo en la cama y froto mis ojos con cansancio, intentando tranquilizarme con el presentimiento de que ha sido problema de su conexión. Cuando vuelvo a encender la pantalla del móvil, me doy cuenta de que tengo dos llamadas perdidas. Pero son de Josuke. Abro su chat:
Yo
Ey :)
Quieres algo?
JoJo
Saber cómo estás
Ojalá todos contestaran de manera tan inmediata como acaba de hacerlo él. Contarle el problema me devuelve la energía al cuerpo.
Yo
Imagino que Okuyasu no te ha dicho nada
Acaba de suceder
Estábamos hablando y la llamada se le ha cortado
O eso creo
Y pues nada, con muchas inseguridades :')
JoJo
Pero eso no es algo normal?
No lo habrá hecho a malas, tranquila
Es q no paga el WiFi *-*
Yo
Vale, ya decía yo
Aunque igualmente quería asegurarme
Llevo un día complicado :(
JoJo
Ya
Si x eso te había llamado
Me preocupabas
Yo
Gracias Josuke <3
JoJo
No me lo agradezcas
Para eso estamos
Sonrío y al poco noto cómo mi habitual estado de ánimo vuelve a restaurarse. Una parte de mí esperaba que Okuyasu volviese a marcar mi número, cosa que no termina haciendo durante el resto del día.
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11: 11 am
Martes 15 de junio
Recreo, Instituto de Morioh, Japón
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-Tengo que irme. He quedado con (T/N) para el almuerzo.
-Espera.
Josuke retoca su pronunciado tupé con el pequeño espejo del interior de su taquilla y por el cristal me lanza una mirada asesina.
-Tío, ¿de qué narices vas? ¿Por qué le colgaste si tanto querías una conversación con ella?
Respiro hondo.
-¿Y qué se suponía que debía hacer? Me puse nervioso, ¿vale? Además, ya había metido la pata mucho antes de eso mencionando una cita que ni siquiera estaba planeada.
-Eres idiota y me debes una.
Definitivamente.
-Ahora mismo preocúpate por ser puntual y ya pensaremos en una buena forma de encubrirte -Koichi se frota la barbilla, pensativo-. Podríamos pedirle a una de las amigas de Yuya que interpretara el papel de novia.
Sigo pensando que es mala idea. Es más, las posibilidades de que vaya a funcionar ya han demostrado ser escasas: (T/N) ni de casualidad se va a poner celosa. Aunque claro, mis amigos insisten en que ella está enamorada de mí. De mí, un simple estudiante que se raya y no sabe reaccionar a la remota posibilidad de empezar a interesar a una chica tan... Bonita y especial por primera vez en su vida. Y ellos empeñándose en comprobar cuáles son sus verdaderos sentimientos, sin ser yo capaz de ya de por sí distinguir los míos.
