Capítulo 1.- Mi llegada a la casa de mi tía.

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Al llegar a la casa de mi tía lo primero que veo es a mis dos primos, Christian y Damián.

-Ada, que bueno que ya llegaste.- Dice mi tía, yo sólo camino y veo que uno de mis primos me ve horrible, siento un temor que lo único que me permite hacer es desviar la vista, por lo contrario, Christian, me abraza diciéndome que le daba gusto verme ahí, yo sólo correspondí su abrazo. Mi tía le indica que me lleve a la habitación para dejar mis cosas y para que, también, descanse ya que habrá una cena para celebrar mi llegada, me opongo, pero eso no cambia nada.

<<La mirada de Damián lo único que me produce es miedo>> Pienso.

Al llegar la noche mi tía fue por mí a la habitación para que fuera a la sala, cuando llegue a la sala, me encontré con demasiada gente.

-Tía, esto no era necesario.- Le digo un poco sorprendida por la gran cantidad de gente.

-Claro que sí lo era, tú sólo diviértete.- Dice mi tía alejándose de mí.

Christian se me acerca, veo entrar a Damián con sus amigos y el continuaba con su mirada extraña.

-No le hagas caso, así es el.- Me dice Christian.

-¿Por qué tu mamá hizo esto?- Le pregunto extrañada a mi primo.

-Así es ella.- Me responde con indiferencia.

-Lo que pasa es que a mí no me agrada estar con tanta gente.- Le dijo mientras Damián me penetraba con su mirada desde el lugar donde se encontraba.

Pasaron las horas y decidí irme a dormir, debido a que el día siguiente debía ir a la escuela. Voy a mi habitación, me pongo el pijama y me acuesto, rápidamente me quedé dormida.

Al día siguiente desperté muy temprano, mi primo Christian ya me esperaba para irnos a la escuela, ya que iba a entrar a su mismo centro escolar.

-¿Qué tu hermano no estudia?- Le pregunto.

-No, sólo se dedica a andar de vago y mi mamá no entiende que le tiene que poner mano dura, un día va a hacer algo y entonces será muy tarde, pero ya no hablemos de él, espero que te agrade la escuela- Termina de decir en cuanto llegamos a mi salón.

El día escolar estuvo muy bien, al terminar el horario, volvimos a la casi y así pasaron los días, normales.

No logro entender porque Damián me ve de esa forma. Días después mi Christian y su mamá salieron de la casa, me quedé yo sola en esa enorme casa. Legó la noche, mi tía no regresa y de repente escucho un ruido en la sala, pienso que es mi tía, pero un escalofrío me recorre todo el cuerpo, en eso entra Damián a mi recámara, se acerca y me pone un cuchillo en el cuello.

-Hasta que mi mamá te deja sola.- Me dice.

-Déjame por favor.- Le ruego.

-Hagas lo que hagas, no te dejaré y si gritas o tratas de huir te rebano en pedacitos.- Me dice con coraje y me avienta sobre la cama. Me muero de miedo, no sé qué me va a pasar.

Un Sicario También Ama.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora