Aʟɢᴜ́ɴ Tɪᴘᴏ ᴅᴇ Iɴᴅᴜʟɢᴇɴᴄɪᴀ

22. Ayúdame a ayudarte

Ya no nos queda tanto...

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Capítulo Veintidós
"Ayúdame a ayudarte..."

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Silver estaba sentado en ese sillón de una sola pieza y le miraba atentamente mientras escribía algunas cosas en su libreta.

Ocasionalmente asentía con la cabeza y le preguntaba cosas simples como su color favorito o que le gustaba comer.

Era extraño hablar de eso luego de que millones les considerarán como una pareja, paradójicamente, él no se veía para nada incómodo con la situación.

Tal parecía que no era consciente de lo que sucedía en el mundo y eso le daba un poco de envidia si era honesto.

La calma con la que estaba llevando toda la situación era envidiable. Ni siquiera el con años lidiando con la prensa y los chismes se lo había tomado tan bien.

-¿Cómo te sientes con tus logros?-al verlo su expresión era levemente distinta, casi como si ya anticipara algún tipo de respuesta.

-¿Logros?-

¿Qué había logrado aparte de un matrimonio que terminó en divorcio y quedarse sin amigos? Ah si, una carrera musical, pero eso no venía al tema.

-Sí, lo que te hace sentir orgulloso de tu vida, si quieres verlo de ese modo-.

Nada.

Era así de simple y quiso responderle del mismo modo, aunque sería grosero de su parte ser tan hostil.

-No había pensado en ello-mintió.

-Suele suceder... Muchas veces no somos conscientes de lo mucho que nos esforzamos y es necesario que alguien nos lo haga saber -.

Él no tenía a nadie que le dijera que lo estaba haciendo bien.

-Sí... Claro-.

-Tus discos de oro y platino son un gran logro...-

Tal vez en otra época, pero ahora solo adornaban una de las habitaciones de su casa y se llenaban de polvo porque no quería ni mirarlos.

Esos premios y artículos donde le mencionaban a él y sus letras ya solo eran recuerdos de épocas mejores que no iban a volver.

-Hay muchas cosas en las que debes ser excelente, escribir letras y componer melodías no se le da a cualquiera, eso es un gran logro si me lo preguntas...-.

No se lo hubiese preguntado, aunque agradecía que tratara de animarle.

-Algunas veces...-inicio con sus lamentaciones y casi se retractó en el acto-Algunas veces desearía haber ido a la universidad y haber tenido una vida normal...-confesó, incómodo.

De haber ido a la universidad habría conseguido un empleo decente y ahora sería alguien como Silver.

Un tipo honesto y trabajador sin tantos problemas en su vida y un futuro prometedor.

-Podrías empezar ahora-le animó-Nunca es tarde para iniciar de cero y obtener lo que quieres...-.

En otro momento eso hubiese sido suficiente, pero ahora con su cara siendo reconocida en todas partes dudaba mucho que pudiera tener una vida relativamente normal.

-A ti te fue bien... ¿no?-cambió el foco de atención y Silver se sintió levemente sorprendido ante esto.

-No era tan buen estudiante como podría parecer...-confesó con tranquilidad-Pero me esforcé y tengo una maestría en Inteligencia emocional y una especialización en terapia de pareja-Lo hablaba como si no fuese la gran cosa, pero era evidente que le implicó mucho esfuerzo y tiempo.