*imagina que te salude como coreana que hace asmr de comida*
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Capítulo Veintidos
"Innecesariamente cruel".
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Ella le miraba inquisitiva; había descubierto su plan y sabía -porque la conocía- que en cualquier momento podía golpearlo.
-¿Qué haces aquí?-de nuevo le habló y su ceño fruncido le estrujó el corazón -Sabía que eras tu quien dejaba esto...-Hablo entre dientes, mas para ella que para él.
Sus dedos señalaron las bolsas y su mirada se posó sobre Sonic quien seguía en silencio sin saber como responder.
Todo se congeló...
Quiso hablar, moverse antes de que ella actuara primero y le cerrara la puerta a la cara, pero no paso.
Solo se quedó ahí parado como un idiota adolescente y la garganta se le cerró.
Supo que había pasado mucho tiempo cuando ella hablo de nuevo y se hizo a un lado tomando las bolsas.
-Entra, no me quiero arrepentir-Fueron sus palabras y se perdió dentro de la casa para su sorpresa y estupor.
Mecanicamente entró detrás de ella y cerró la puerta con cuidado.
No se atrevió a moverse de ahí, así que solo espero.
Era la segunda vez que entraba en su hogar y se sentía incluso más calido que la primera vez.
Olía a manzana y canela...
No supo si era su aromatizante o si de verdad ella olía así, pero fue agradable la sensación que le generó.
-Ven-La vio desde la cocina hacerle señas y torpemente se acercó hasta ella.
No quería tentar a la suerte, si era un sueño no quería despertar. Fuese lo que fuese quería ser cuidadoso.
Ella estaba sentada en la mesa con las bolsas encima de esta y dos tazas reposando una frente a la otra.
Entonces pudo interpretar que eso era una invitación a sentarse y pese a dudarlo lo hizo lentamente.
El humo de la taza le llegó de nuevo y le dio un ligero escalofrío.
Iba a hablar, de verdad quería hacerlo, pero las palabras no salieron de su boca.
No obstante ella se le adelantó.
-¿Por qué haces esto?-Fue directa y sin rodeos, no necesitaba perder mas el tiempo-¿Qué pretendes?-.
Tuvo que tomar aire para atreverse a responder.
-Quiero ayudarte-.
Así de simple era la cosa, incluso se sorprendió a si mismo por su simplicidad.
Evidentemente no esperaba esa respuesta, o quizá si y es justamente por eso que se veía así de molesta.
-No pedí tu ayuda-.
-Lo sé...-
Contestaba por instinto, aunque en el fondo si lo pensaba.
Sabía que ella no pediría nada de él, ya se lo había dejado muy en claro cuando firmaron el divorcio y las últimas palabras que se dedicaron durante su último encuentro.
Aún con esto y pese a lo mucho que le estaba doliendo su indiferencia no se iba a rendir.
La amaba demasiado, aunque no se lo iba a decir directamente, no iba a creerle.
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Aʟɢᴜ́ɴ Tɪᴘᴏ ᴅᴇ Iɴᴅᴜʟɢᴇɴᴄɪᴀ
FanfictionY si el mundo entero esta a tus pies... ¿Qué es lo que necesitas para ser feliz? Tenerlo todo y no querer nada era algo que estaba acabando lentamente con su cordura.